La Corporación Municipal (Cormun) de Rancagua quedó ubicada entre las cinco con peor cumplimiento a nivel nacional de la Ley de Transparencia.
Así lo reveló la primera fiscalización que realizó el Consejo para la Transparencia durante agosto, entre las 54 corporaciones municipales del país que administran las áreas de salud y educación.
De acuerdo al Consejo, en el caso de Rancagua no estaba operativo el banner de transparencia -pese a que existía- lo que significó quedar a la Cormun de la capital regional en el lugar 51 con cero punto de cumplimiento.
Al respecto, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, indicó que le pidió un informe al secretario general de la Corporación y que sólo una vez que lo tenga en su poder, se referirá al tema.
Respecto al estudio que ubica a la ciudad histórica entre las cuatro comunas peor evaluadas en la materia, el edil señaló que “era porque no tenían la conexión o no estaba habilitado (el banner) en ese momento” y añadió que “voy a solicitar al secretario general que él se haga cargo de ese tema porque es su responsabilidad”.
Por su parte, el presidente del Consejo para la Transparencia, Jorge Jaraquemada, destacó la importancia de cumplir con las exigencias de la Ley de Transparencia que a nivel nacional sólo alcanzó un 14,17% y recalcó lo complejo de las faltas a las mismas, las que calificó de “indudablemente preocupantes”.
Jaraquemada indicó que “la fórmula de administrar la salud y la educación a través de corporaciones de derecho privado fue adoptada en su momento por algunos municipios como una modalidad de gestión más dinámica, pero no puede ser una excusa para crear bolsones de opacidad”.
El presidente del Consejo recalcó que “esto último no sólo es malo en sí mismo, sino que afecta la legitimidad de las propias corporaciones. Todos sabemos que, producto de la falta de transparencia, en muchos lugares su existencia da pie a especulaciones, bien o mal fundamentadas, respecto de su gestión. Probablemente muchos de esos juicios sean injustos, pero mientras la ciudadanía no pueda conocer el modo en que son manejadas, se seguirán extendiendo”.
En cuanto a las sanciones por este incumplimiento, Jaraquemada aclaró que por tratarse de la primera fiscalización de este tipo “el pobre desempeño detectado y el convencimiento de que la labor del Consejo no es simplemente castigar, sino lograr cambios significativos en materia de transparencia, resolvimos en esta oportunidad no usar el camino sancionatorio”.
En cambio, la Corporación repetirá la fiscalización en enero del próximo año para constatar las mejoras efectuadas por las corporaciones.