La nueva plaza beneficiará a vecinos de la villa Sol del Rey de Doñihue.
Un terreno que por cerca de ocho años estuvo abandonado en la villa Sol del Rey de Doñihue, y que solía ser un peligroso sitio eriazo, fue recuperado por los vecinos del sector.
Tras un aporte de 15 millones de pesos otorgados por el 2% de Seguridad Pública del Gobierno Regional, el lugar se transformó en una plaza activa con juegos, con áreas verdes y máquinas de ejercicios.
“Somos cientos de personas las que nos vemos favorecidas con este proyecto porque en los últimos años estos barrios han crecido mucho. Estamos muy felices de haber concretado este sueño y, de paso, brindarles tranquilidad a los niños y a las familias que debían lidiar con un espacio abandonado y peligroso”, indicó el presidente de la Junta de Vecinos de la villa Sol del Rey, Fernando Araya.
El aporte del 2% de Seguridad Pública del Gobierno Regional permitió que la junta de vecinos pudiera organizarse y buscar el financiamiento necesario para construir un nuevo espacio público, que dejara atrás el sitio eriazo, con malezas e infecciones que durante un largo tiempo estuvo abandonado.
Durante la ceremonia, el seremi de Gobierno, Marcelo Durán, indicó que “yo fui alcalde de la comuna por muchos años y conozco perfectamente este lugar. Sé cuánto han luchado los vecinos por salir adelante, modernizarse y recuperar los espacios públicos, y es por eso que estoy muy feliz de ver que más de 15 millones de pesos fueron destinados de forma correcta, muy bien invertidos».
«Esta villa es un ejemplo para el resto de las organizaciones de la Región, para que vean que sí es posible mejorar la calidad de vida de los vecinos», agregó la autoridad.
Producto de los daños que provocó el terremoto del 27 de febrero de 2010, una antigua pandereta cedió y permitió que no existiera barrera alguna entre el canal que atraviesa la villa y las viviendas del sector, situación que terminó con el abandono de la antigua plaza.
Los niños son los que más disfrutan con esta nueva plaza.
Con el paso del tiempo, el terreno se llenó de malezas y basura, los fierros de los juegos se oxidaron y el lugar pasó a ser dominado por grupos juveniles durante la noche.
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