El Allianz Arena de Munich fue el escenario testigo de la gran final de la versión 57 de la Champions League entre el equipo local, el Bayern, y el Chelsea inglés.
El equipo alemán, dirigido técnicamente por Jupp Heynckes, disputó su novena final, después de haberla ganado cuatro veces, la última de ellas al Valencia de España en 2001, en la serie de penales. Mientras que el Chelsea buscaba levantar la «orejona» por primera vez, después de perder en la temporada 2007-2008 en Moscú la única final disputada ante el Manchester United.
Ambos equipos se habian medido sólo una vez en Champions League, que fue en cuartos de final de la temporada 2004-2005. En aquella ocasión los ingleses se impusieron por 4-2 en la ida de Stamford Bridge, para perder en Munich por 3-2 y pasar a semifinales.
Bayern y Chelsea alcanzaron la final después de deshacerse de los dos grandes equipos favoritos en la etapa de semifinal, evitando la «esperada» final española.
Tras un intenso primer tiempo, fueron los últimos 15 minutos de partido los más interesante. A los 82 minutos, Thomas Müller se convertía en héroe con un sublime cabezazo que venció al portero Petr Cech. Pero el Chelsea, lejos de bajar los brazos, y Didier Drogba a los 86 minutos, conectó de cabeza y silenció a gran parte del Allianz Arena.
La final de la Champions se tuvo que ir al alargue, y en el minuto 92 el juez del partido cobró una falta sobre Ribéry en plena área decretando penal para los alemanes, pero Cech adivinó el lanzamiento de Robben impidiendo que los del Bayern celebraran y todo se fue a los doce pasos.
Juan Mata erró su tiro, pero Olic y Schweinsteiger no pudieron anotar dándole la primera Champions al Chelsea.