El proyecto de Max Agro, que pretende instalar una planta de cerdos en el secano costero, tiene indignados a los habitantes de las comunas de Litueche y La Estrella.
La empresa busca instalar su plantel de 93 mil cerdos en el sector de Quebrada Honda, límite entre ambas comunas, originando el rechazo de las autoridades locales por el mal olor, moscas y contaminación de aguas -principalmente del lago Rapel- que ya generan otras empresas del rubro en la zona.
Este lunes, los opositores al proyecto se reunieron con el intendente Patricio Rey y los seremis de Salud y Medio Ambiente, Michael Cason y Juan Prieto, respectivamente, entre otras autoridades.
“Creemos que el lago está saturado de fuentes contaminantes, entre ellas los criaderos de cerdo. Hoy tenemos contaminaciones en el agua por exceso de nutrientes y del aire por malos olores”, explica Oscar Anwandter, presidente del Consejo de Desarrollo y Protección del lago Rapel (Codepra).
El alcalde de Litueche, Bernardo Cornejo, dijo que “el objetivo de la reunión era que el intendente junto con el equipo de seremis que vota el proyecto nos pudieran escuchar. El agua que contempla el proyecto, que son 15 litros por segundo, no son suficientes para dar de beber a 93 mil chanchos”.
Pero el gerente general de Max Agro, Cristián Kuhlenthal, aseguró que sólo son 9,8 litros. “Hemos tratado de acercarnos a las comunidades y a las municipalidades, pero hemos tenido un rechazo a puertas cerradas, especialmente de la comuna de Litueche. No se nos ha permitido mostrar nuestro proyecto, explicar las tecnologías ni nada. Me llama la atención que ellos, totalmente desinformados hagan este tipo de juicios”, afirma Kuhlenthal.
El alcalde de Litueche aseguró que habrá “escurrimiento de las aguas servidas hacia la quebrada, lo que finalmente afecta a los agricultores del sector de Pulín y al lago Rapel. El suelo es clase 7, lo que significa que no tiene más de 40 centímetros de tierra y después de eso hay sólo roca, por lo tanto, naturalmente las aguas van a escurrir hacia la quebrada”.
Ante esto, Kuhlenthal respondió que “el predio tiene 1.200 hectáreas, dentro de éstas hay distintos tipos de suelo y nosotros solamente utilizamos para el riego 400 de las hectáreas. La cantidad de purines tratados que nosotros vamos a regar en esas 400 hectáreas equivale a una taza de té de purín por m2. O sea, es una cantidad bajísima”.
El gerente general de Max Agro agregó que “este plantel tiene última tecnología, con sistema de tratamiento totalmente hermético que no genera vectores ni olores. Nosotros no descargamos agua sobre ningún efluente y no existe ningún riesgo de que llegue algún tipo de contaminación al lago”.