La seguridad pública y la modernización de las herramientas investigativas en la región de O’Higgins han cobrado un impulso significativo gracias a la gestión del Consejo Regional (CORE). A través de su Comisión Social y de Seguridad Pública, una delegación de consejeros visitó Santiago para conocer en detalle el funcionamiento del moderno Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), buscando sentar las bases para la aprobación de un vital proyecto regional.
La visita, encabezada por el CORE José Ignacio González, destaca el compromiso y la voluntad política de la Comisión para robustecer la capacidad pericial en O’Higgins. El proyecto, propuesto por la PDI, contempla una inversión de mil cuatrocientos millones de pesos (cifra que en otras versiones del proyecto ha variado, pero que refleja una necesidad de inversión multimillonaria), con el fin de dotar a la región de un moderno Laboratorio de Criminalística.
La Comisión Social y de Seguridad Pública se erige como el canal articulador entre las necesidades operativas de las policías y la decisión de asignación de recursos por parte del CORE. Su rol es crucial en la fase de evaluación, priorización y recomendación de iniciativas que, como esta, tienen un impacto directo en la calidad de vida y la seguridad de los habitantes de la región. La visita a la sede central de la PDI permitió a los consejeros palpar la tecnología de vanguardia que debe replicarse en O’Higgins, generando la convicción necesaria para impulsar su aprobación.
Durante el periplo, el presidente de la comisión, expresó su asombro por el alto nivel de equipamiento y desarrollo tecnológico existente en Santiago, un estándar muy superior al que actualmente posee la región de O’Higgins. Esta disparidad evidenció la urgencia de modernizar el Laboratorio de Criminalística Regional de Rancagua.
El objetivo principal de la iniciativa es la adquisición de nuevos equipos de alta complejidad y la renovación de aquellos instrumentos que ya han superado ampliamente su vida útil, algunos datando del año 2005. La recomendación técnica de los fabricantes establece un máximo de diez años de uso, lo que hace imperativo el cambio para mantener la solvencia técnica de los peritajes.
La modernización no solo se trata de reemplazar equipos obsoletos; es un paso fundamental para fortalecer el trabajo investigativo de la PDI y generar una región más segura. Como señaló González Pino, contar con esta tecnología es vital, especialmente frente al aumento del crimen organizado y su creciente presencia en el territorio. La capacidad de realizar análisis de evidencias científicas con los más altos estándares es la base para sustentar las investigaciones y procesos judiciales con rigurosidad y eficacia.
Consenso regional y proyección del proyecto
La delegación del Consejo Regional que participó en la visita fue amplia, incluyendo al vicepresidente de la Comisión, Claudio Schminke, y a los consejeros Pedro Hernández, Jorge Vargas, Jacqueline Contreras, Roza Zacconi, Lucía Muñoz, Pedro Bustamante, Alejandro Díaz, Margarita Henríquez y Juan Carlos Mackay. El amplio número de asistentes y sus valoraciones positivas demuestran un consenso transversal en el CORE sobre la necesidad y el valor de esta inversión.
Respecto a los plazos, el consejero José Ignacio González explicó que «el proyecto se encuentra actualmente en una etapa de revisión por parte de la Policía de Investigaciones, recordando que la necesidad fue ya conocida por el anterior Consejo Regional». Este proceso de revisión es la antesala a su presentación formal y posterior votación en el pleno del CORE, donde la recomendación favorable de la Comisión Social y de Seguridad Pública será determinante para que la Región de O’Higgins concrete la inversión estratégica en materia de seguridad e investigación criminal.
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