Cada 8 de agosto desde el el año 2002 se celebra en todo el mundo el Día Internacional de Gato, esto gracias a la iniciativa de Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW por sus siglas en inglés), una organización no gubernamental con presencia en más de 40 países que junta a expertos en preservación animal y voluntarios para “rescatar, rehabilitar y reintroducir animales en su ambiente, así como también restaurar y proteger sus hábitats naturales”.
Los gatos son de los animales domésticos más queridos y populares del mundo, manteniendo una relación con los seres humanos que se remonta a muchas décadas atrás.
Desde el período neolítico fue valorado por su rol como controlador de plagas, vínculo que se fortaleció con el tiempo. Durante el auge del Imperio Romano fue introducido en Europa y -posteriormente- llegó a América en el siglo XVI, acompañando a los navegantes en sus travesías. Cabe destacar que nuestro continente ya contaba con una gran diversidad de felinos silvestres, de los cuales actualmente se registran siete especies.
Estos animales a diferencia de otras mascotas, destacan por su independencia e incluso irreverencia, adaptándose a los espacios y por supuesto, priorizando siempre su comodidad.
Paula Gallegos Pozo, médico veterinaria y docente de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales de la Universidad de O’Higgins (UOH), señala que “tener un gato en casa ayuda a reducir los niveles de estrés y cortisol gracias a su compañía y ronroneo. Además, pueden fortalecer el sistema inmune, disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y fomentar la sociabilización y el cuidado hacia otros seres vivos”.
Agrega también que, «es importante recordar que, debido a su instinto cazador, los gatos representan una amenaza real para la fauna silvestre, especialmente cuando circulan libremente por el entorno. Por eso promovemos fuertemente la tenencia indoor, es decir, mantenerlos dentro del hogar, lo que también mejora su bienestar y extiende su esperanza de vida”, agrega.
La experta hace un llamado a la comunidad a fortalecer la tenencia responsable. “Esto implica no solo brindar alimento y atención veterinaria, sino también asegurar un entorno adecuado para su desarrollo físico y emocional”. Gallegos destaca la importancia de ofrecer enriquecimiento ambiental, como rascadores, repisas en altura y juguetes que estimulen su conducta natural. Asimismo, recomienda contar con dos cajas de arena, dos platos de comida y dos platos de agua por cada gato, especialmente en hogares con más de un ejemplar, para asegurar una convivencia saludable y libre de estrés.