El centro histórico de Rancagua ha estado en la palestra en los últimos días, esto tras la confirmación del cierre -a nivel nacional- de la multitienda Corona, que se suma a una lista de grandes marcas que han abandonado el casco céntrico, como París, Santa Isabel y Johnson. A este éxodo también se añaden medianas y pequeñas tiendas, lo que genera preocupación entre comerciantes y vecinos.
Desde el gremio apuntan a factores como el comercio informal, la inseguridad y los elevados costos de arriendo como las principales causas de esta pérdida de dinamismo comercial en el centro. Sin embargo, desde el Gobierno llaman a contextualizar este fenómeno dentro de un proceso de recuperación económica más amplio, derivado de la crisis sanitaria por el COVID-19.
“Estamos a tres, cuatro años de lo que fue la pandemia, donde fue un golpe muy importante para los locales, y siempre se ha proyectado que la recuperación del comercio después de la pandemia dure 10 años. Estamos recién en el cuarto año”, explicó el seremi de Economía, Fomento y Turismo, Darío García.
Gran parte de las grandes tiendas ha emigrado a las periferias de la ciudad, sumándose a sectores como el Cenco Mall (exPortal Rancagua) y el reformado ex Shopping. Rodrigo Zúñiga, presidente de la Camara Regional de Comercio, Servicios y Turismo de Rancagua y O’Higgins, apunta que, si bien este fenómeno sería normal e incluso ha pasado en grandes ciudades, el centro de Rancagua se mantendría intacto ante los cambios en el mapa del comercio, puesto que toda la locomoción colectiva permite una mayor accesibilidad hacia el centro histórico de Rancagua, generando que se mantenga el comercio en la zona.
“La gente se baja caminando desde la estación, desde otros lugares donde llegan sus micros, el bus, los colectivos y todo eso, y se vienen caminando por el centro. Porque el centro tiene todos los servicios. Básicamente, para poder pagar los servicios, toda la banca está acá en el centro”, sostuvo Zúñiga.
El presidente de la Cámara de Comercio en O’Higgins también enfatizó en la necesidad de fortalecer el vínculo con las autoridades para mejorar las condiciones del casco histórico: “No debemos olvidar que el centro sigue siendo el centro, la gente no va a dejar de venir, lo que sí que hay que preocuparse de hablar con la autoridad, estar en contacto con ella, más que nada respecto del tema de la seguridad, de la limpieza, de poder tener en buenas condiciones el casco histórico, para que nuestros clientes puedan venir con tranquilidad y se vayan con una satisfacción que les podamos brindar nosotros.”
En tanto, Francisco Donoso, vicepresidente gremial de la Cámara Chilena de la Construcción O´Higgins, apunta: “Este tema es urbano en un 50%. Si tu miras Santiago por ejemplo, los centros se han ido perdiendo por una situación de no tener visión (…) yo siempre digo ‘no parking no business’ sin estacionamiento no hay negocios, sin seguridad no hay negocios, no hay iluminación no hay negocios.”
Desde el municipio, el alcalde de Rancagua, Raimundo Agliati, explicó las acciones implementadas en el marco de una estrategia de recuperación del sector central. “Desplegamos operativos de limpieza profunda no solo durante el día, sino también en la noche, junto a patrullajes preventivos que buscan resguardar la tranquilidad de vecinos, locatarios y visitantes. Todo esto es parte de una estrategia integral que busca no solo ordenar, sino reactivar con fuerza el corazón de Rancagua”, indicó la autoridad comunal.
La clave para los expertos estará en recuperar la confianza de comerciantes y visitantes, fortaleciendo la seguridad, manteniendo la limpieza y generando condiciones que permitan reactivar con fuerza el corazón comercial de la capital regional.