La desaparición de Francisco Albornoz, joven químico farmacéutico de 21 años, tomó un giro inesperado esta semana tras la detención del principal sospechoso de su muerte, Christian Alexander González Morales, un médico ecuatoriano de 31 años.
El caso, que mantuvo en vilo a familiares y amigos desde el pasado 23 de mayo, cuando Albornoz fue visto por última vez en el sector de Plaza Egaña, finalmente comenzó a esclarecerse luego de que González se presentara voluntariamente ante la Fiscalía de Ñuñoa, acompañado de su abogado, para entregar su versión de los hechos.
Gracias a su testimonio, se logró dar con el paradero del cuerpo de Albornoz, el cual fue encontrado en un sector rural de la Región de O’Higgins, específicamente en el mirador Lo Moscoso, entre Placilla y San Fernando. El hallazgo se produjo a más de 150 kilómetros del lugar donde se le perdió el rastro. De acuerdo a información entregada a Emol, el cuerpo estaba semidesnudo, envuelto en una frazada y con avanzado estado de putrefacción.
De acuerdo con los antecedentes entregados por La Tercera, la víctima habría pactado un encuentro íntimo con González y otro individuo. Por razones que aún están bajo investigación del Ministerio Público, Albornoz falleció al interior del departamento donde se reunieron. En lugar de alertar a los servicios de emergencia, los involucrados decidieron trasladar el cuerpo fuera de la capital y abandonarlo.
Christian González, uno de los últimos en ver con vida al joven, es médico titulado de la Universidad de Guayaquil, en Ecuador, desde 2020. Ya en Chile, en agosto de 2023, rindió y aprobó el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (EUNACOM), lo que le permitió habilitarse profesionalmente para ejercer como médico en el país.
El caso continúa en manos del Ministerio Público, que busca esclarecer las causas de la muerte y determinar el grado de responsabilidad de cada uno de los involucrados.
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