La incertidumbre climática sigue siendo un factor de peso para los productores de pomáceas como las manzanas. Álvaro Sepúlveda, profesional del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca, advirtió que el invierno actual presenta condiciones neutras, sin un patrón claro de frío ni de lluvias. “Lo ideal para el manzano es una alta acumulación de frío invernal. Si eso no ocurre, la floración puede volverse errática y afectar la sincronía entre cultivares y polinizantes, reduciendo la producción y calidad de la fruta”, explicó.
Actualmente, la producción de este producto está bajo presión debido a los bajos márgenes de rentabilidad. “Estamos en una industria de sintonía fina. No hay espacio para errores. Un invierno cálido o una helada inesperada pueden ser fatales para el retorno del productor”, indicó Sepúlveda. En ese contexto, valoró el rol de encuentros como la Expo Pomáceas -realizada en Maule-, como espacio de encuentro y transferencia de conocimiento: “Con la manzana en crisis, estos encuentros son fundamentales para alinear estrategias y compartir avances entre todos los actores del sector”, señaló.
En el caso de O’Higgins, el tema es importante, considerando que la producción de manzanas supera las 4.790 hectáreas en 2024, la segunda región con más plantación después de Maule, aunque por especie es mucho menor a la especie más cultivada de nuestra zona que es el cerezo.
Innovación genética
Uno de los pilares para sostener la competitividad chilena en el mediano y largo plazo es la innovación genética. Rodrigo Cruzat, gerente del Consorcio Biofrutales, destacó el rol de la Universidad de Talca y su programa de mejoramiento genético en alianza con ANA Chile y Corfo. “Necesitamos manzanas hechas a la medida de nuestra realidad climática y productiva. Ya no basta con importar variedades, debemos desarrollar las nuestras, pensadas para nuestras condiciones”, afirmó.
Asimismo, llamó a mirar más allá de la productividad, señalando que el consumidor moderno también exige sostenibilidad. “Ya no se trata solo de qué producimos, sino de cómo lo producimos, qué huella hídrica tiene, qué impacto ambiental deja. Ese es el nuevo estándar global”.
Expo Pomáceas 2025
El evento reunió a los principales actores del sector frutícola en un momento clave para la industria chilena de la manzana, marcada por su creciente consolidación en los mercados latinoamericanos. En este escenario, especialistas destacaron que gran porcentaje de producción de la manzana chilena tiene como destino Latinoamérica, lo que posiciona al continente como eje estratégico del negocio.
Según Andrés Valdivieso, gerente comercial de A.N.A Chile, “en los últimos dos años, el mercado ha cobrado una relevancia inédita para nuestra industria. Brasil, en particular, duplicó su volumen de compra respecto al año anterior, y junto a Colombia y Ecuador, representan hoy el 70% de nuestras exportaciones.
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