La eventual venta de O’Higgins al Grupo Caliente, conglomerado mexicano ligado a casinos, juegos de azar y casas de apuestas deportivas, ha despertado cuestionamientos desde distintos sectores del mundo celeste.
Voces autorizadas para hablar sobre este tema son los exdirigentes Luis Pavez, Waldo Quiroz y Daniel Sánchez, junto al exmédico del club Hugo Boza, quienes dieron a conocer sus visiones sobre el proceso y las implicancias de este traspaso: la posible pérdida de identidad, el riesgo de que prime una mirada comercial y los vínculos del comprador con el rubro del juego.
El fútbol “pasa a ser un negocio”
Daniel Sánchez fue secretario y luego presidente subrogante en la transición desde corporación a sociedad anónima deportiva. En conversación con nuestro medio, planteó que la compra de clubes por parte de inversionistas foráneos responde a una tendencia ya instalada. “La mayoría de los dirigentes de la ANFP y presidentes de clubes son empresarios del fútbol”, señaló. Sobre el grupo mexicano, apuntó que si bien no es la figura ideal, se deben asumir las reglas del modelo vigente. “Si la legislación lo permite, no hay vuelta que darle”. Aun así, advirtió que deben mantenerse elementos esenciales de la identidad: “Los colores, los logos, la localidad en Rancagua. Eso no se puede tocar, esas cosas nos definen como club, como hinchas”.
Waldo Quiroz, quien presidió el club en 2005, considera que esta venta confirma que “el fútbol pasa a ser un negocio”. Expresa abiertamente su rechazo al vínculo con casinos y apuestas, y plantea que se aleja del carácter social que los clubes deberían tener. “A mí en lo personal no me gusta. No es el mejor camino para un club que representa a una ciudad (…) por el bien del fútbol chileno se podría desarrollar de otra forma, pero eso es un tema también un poco teórico. Lo práctico es que el fútbol pasa a ser un negocio, a ver cómo se puede lucrar más. Porque eso ocurre siempre, las empresas, al final, se tienden a apoderar de sectores que son bastante, yo diría, pasionales”.
Un perfil cuestionado por muchos
Fundado por Jorge Hank Rhon, exalcalde de Tijuana y empresario del rubro de los juegos de azar, el Grupo Caliente es propietario del club Xolos de Tijuana y ha tenido participación en Dorados de Sinaloa, entre otros. Además de controlar una amplia red de casinos físicos y plataformas de apuestas en línea, el conglomerado siempre ha sido cuestionado por su fuerte presencia en zonas fronterizas y por sus estrechos lazos con la política mexicana. También ha incursionado en la propiedad de medios de comunicación y patrocina a varios clubes en la liga mexicana.
El contexto legal del mercado nacional
En Chile, el mercado de casas de apuestas online, que es parte del negocio del Grupo Caliente, opera en un marco legal vigente, pero sin una regulación específica. En abril de 2025, la Fiscalía decidió cerrar una investigación iniciada en 2022 que buscaba declarar ilegales estas plataformas tras una querella presentada por actores del juego presencial, como el Club Hípico, la Polla Chilena de Beneficencia y casinos nacionales.
Este sector ha crecido considerablemente: un informe reciente de Yield Sec estimó ingresos por más de 3 mil millones de dólares en 2024, con más de 5,4 millones de usuarios chilenos activos, lo que representa casi el 30% de la población. Operadores como Betano, Coolbet y JugaBet dominan el mercado, que se mantiene sin regulación específica, aunque con miras a una futura legislación que “ordene” este sector.
¿Qué pasa con la identidad?
Hugo Boza, médico de O’Higgins entre 1998 y 2011, comienza la entrevista con nuestro medio destacando el esfuerzo que hicieron Quiroz y Sánchez para evitar que el club desapareciera en momentos económicos críticos. “Si no es por esa gente, el club no sigue existiendo”. Hoy, ante una -casi segura- nueva transformación, insiste en que no se debe perder el sentido de pertenencia: “El 70 u 80 por ciento de los rancagüinos sí nos identificamos con O’Higgins. No queremos que eso se pierda, es parte de nosotros”. Aunque sí reconoce la necesidad de los recursos, también asegura que la irrupción de las casas de apuestas ha dañado la esencia del deporte. “Esa ‘cuestión’ está acabando con el fútbol. Se ve en todas partes del mundo (…) en esta materia nuestros legisladores tienen una responsabilidad y una tarea súper grande”.
Preocupación por el futuro
Finalmente, pero no menos importante, Luis Pavez, tesorero en los años 2001 y 2002, también se mostró preocupado por el perfil del conglomerado. “El currículo del comprador no es el mejor”, dijo, destacando además que la llegada del Grupo Caliente implica un giro hacia un modelo comercial muy marcado, que no necesariamente prioriza la pasión ni la historia del club. “Nosotros llevamos siempre en el corazón al Capo y queremos que nuestro club aparezca dentro de los mejores. Lamentablemente, creo que ellos lo ven de otra manera: solo como un negocio”.
En la foto del directorio O’Higgins 2001-2004, aparecen los entrevistados de esta nota. Este directorio lo conformaron (de izq. a der.) Waldo Quiroz, Pablo Berwart, Felipe Villegas, José Droguett, Hugo Boza, Esteban Valenzuela, Luis Pavez, Roberto Araneda, Raúl Guiñez, Daniel Sánchez.
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