Un nuevo impulso podría recibir la conectividad entre el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez y el transporte público capitalino. El Gobierno evalúa la implementación de un tren ligero que conecte la futura Línea 7 del Metro de Santiago con el principal terminal aéreo del país, una iniciativa que empieza a perfilarse como una solución concreta a una demanda ciudadana histórica.
La propuesta contempla una extensión desde la futura estación Huelén, ubicada en Cerro Navia, hasta el aeropuerto, en un tramo que se estima entre 6 y 7 kilómetros. A diferencia del Metro tradicional, este nuevo sistema funcionaría como tren ligero, lo que permitiría su operación en superficie o incluso en altura, tal como ocurre en otras líneas existentes.
Uno de los principales atractivos del proyecto es su costo. Se estima una inversión cercana a los 300 millones de dólares, considerablemente más baja que la de una línea de Metro subterráneo, que puede alcanzar los 100 millones de dólares por kilómetro construido. La tarifa también será diferente, puesto que se proyecta que el pasaje cueste cerca de $2.000, superior al valor habitual del Metro, aunque aún no se han confirmado fechas ni detalles operativos.
Este plan se suma a la ambiciosa expansión de la red capitalina. A la esperada Línea 7, que conectará Renca con Vitacura y que debería estar operativa en 2028, se añaden los avances en las futuras Líneas 8 (Providencia–Puente Alto) y 9 (Recoleta–La Pintana–Puente Alto), además de la extensión de la Línea 6 hacia Cerrillos y Vitacura, y el proyecto de modernización de la Línea 1.
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