La Dirección Meteorológica de Chile alertó sobre un brusco descenso térmico en la Región de O’Higgins, con mínimas que podrían alcanzar los -4 °C este miércoles. La advertencia agrometeorológica busca prevenir daños en cultivos y proteger a la población ante los efectos del aire polar que afecta al centro-sur del país.
Las mañanas gélidas ya comenzaron a sentirse y, según la Dirección Meteorológica de Chile, lo peor está por venir. Este martes 27 y miércoles 28 de mayo, la Región de O’Higgins se verá afectada por un evento de heladas normales a moderadas, con temperaturas mínimas extremas que podrían descender hasta los -4 °C en sectores rurales y urbanos, especialmente en valles, la precordillera y zonas de la Cordillera de la Costa.
El fenómeno se debe a la entrada de una masa de aire polar impulsada por un anticiclón frío, que se instaló tras el paso del último sistema frontal. Esta condición meteorológica ha generado cielos despejados, lo que facilita la pérdida de calor durante la noche y acentúa las bajas temperaturas en la madrugada.
Frente a este escenario, Meteorología emitió una advertencia agrometeorológica dirigida especialmente al sector agrícola, que podría ver afectada su producción por el congelamiento de cultivos sensibles al frío. Se recomienda cubrir plantas, evitar riegos nocturnos que puedan generar hielo y mantener la maquinaria protegida.
“Estas condiciones pueden provocar daños en la producción agrícola, especialmente en cultivos frutales y hortalizas”, advirtió la entidad en su informe técnico, haciendo un llamado a extremar precauciones.
O’Higgins no es la única región afectada. El fenómeno también alcanzará a Maule, Ñuble y Biobío, donde se esperan condiciones similares, aunque será en Maule donde el frío se manifieste con mayor intensidad, con temperaturas bajo cero desde este martes.
En tanto, en O’Higgins se espera que el punto más crítico se registre la madrugada del miércoles 28, cuando la escarcha podría cubrir amplias zonas del territorio regional. Las autoridades llaman además a la ciudadanía a proteger a grupos vulnerables como adultos mayores, niños y personas con enfermedades respiratorias, evitar cambios bruscos de temperatura y privilegiar el uso de sistemas de calefacción seguros.
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