El match estaba 2 a 1 luego de que la dupla belga se impusiera por la mañana a la chilena, y Cristián Garín se jugaba todas sus cartas en el tercer set de su duelo con el local Zizou Berg y ocurrió lo increible.
Tras quebrar el servicio del chileno y quedar y posición de llevarse el partido el belga corrió desbocado y golpeó fuertemente a Garín, quien cayó al suelo y acusó inmediato dolor en su rostro (específicamente en el ojo que fue golpeado por el hombro del local) y desorientación.
El arbitro del encuentro sólo aplicó una advertencia a Bélgica y ante la demora del chileno en reincorporarse al partido, el partido fue decidido en favor del local y con ello, Chile perdió el match por 3 a 1 en una situación inédita y que seguramente dará la vuelta al mundo.