Las temperaturas extremas generan deshidratación, afectan la fotosíntesis y debilitan las plantas, haciéndolas más vulnerables a plagas y enfermedades.
Para minimizar estos efectos, especialistas recomiendan:
• Riego profundo y temprano: Regar en la mañana o al atardecer para evitar la evaporación rápida.
• Sombra y protección: Usar mallas, telas o plantar especies que den sombra.
• Mulch o cobertura vegetal: Esto es un mantillo para proteger tu huerto o jardín de la erosión. Mantiene la humedad del suelo y protege las raíces.
• Evitar podas severas: Las hojas ayudan a regular la temperatura de la planta.
• Uso de fertilizantes adecuados: Optar por aquellos que fortalezcan la resistencia al calor.
Aplicar estas estrategias puede ayudar a mantener las plantas saludables y protegidas ante las olas de calor.