La prestigiosa Revista Time incluyó a la Ruta de los Abastos en su lista de los 100 lugares extraordinarios para visitar, consolidándose como el primer circuito de turismo gastronómico en Chile. Este recorrido atraviesa distintos paisajes de la Región de O’Higgins, conectando a los visitantes con productos locales y las historias de quienes los producen.
La iniciativa busca poner en valor la diversidad culinaria del país y fortalecer la economía de los productores locales. A través de sus nueve estaciones, los viajeros pueden conocer de primera mano la tradición de la pesca de algas, la producción de quesos artesanales y la extracción de sal marina, entre otras experiencias.
Ruta de las Algas: el cochayuyo como protagonista
El recorrido comienza en la costa de Pichilemu, donde Cecilia Vargas, marera de la Caleta Los Piures, introduce a los visitantes en el mundo de la recolección de algas. La experiencia gira en torno al cochayuyo, un alga con alto valor nutricional que se emplea en ceviches, charquicán, empanadas y snacks. Durante la visita, los participantes conocen las técnicas de recolección y la importancia de esta actividad para la economía local.
Quesos y vinos en el interior de O’Higgins
Luego de la costa, la ruta se interna en Marchigue, donde se encuentra la quesería Herencia de Campo. Este emprendimiento, liderado por el fromelier Alejandro Thomas, se especializa en la producción de quesos de cabra y ha sido galardonado con la medalla de bronce en el Araxá Internacional Cheese Award de Brasil.
Otro punto destacado del recorrido es el Food & Wine Studio, ubicado en la viña Viu Manent, en Santa Cruz. Este restaurante, reconocido por The New York Times como uno de los 52 lugares imprescindibles para visitar en 2024, fusiona los ingredientes locales con una propuesta en la que el vino es el eje central del menú.
El valor de la tradición en las Salinas de Lo Valdivia
En Paredones, los visitantes pueden conocer el proceso artesanal de extracción de sal marina en las Salinas de Lo Valdivia, una práctica que ha sido parte de la vida local durante siglos. La experiencia permite comprender el valor cultural y económico de esta actividad en una región que depende de las lluvias para su agricultura.
Laguna Cabeceras y Lolol: sabores del secano
En la misma comuna de Paredones, la Laguna Cabeceras ofrece un paisaje natural donde se cultivan hortalizas, frutillas y salicornias. El plato estrella de esta estación combina ingredientes tradicionales como cordero del secano, quinoa, pasta de ajo y repostería elaborada con harina de quinoa.
El recorrido finaliza en Lolol, localidad cuyo nombre en mapudungun significa «tierra de cangrejos y de hoyos». En esta parada, los turistas conocen la historia y tradiciones de la «tierra huasa», un símbolo de la identidad chilena.
Chile como destino gastronómico
Pamela Villagra, directora de la Ruta de los Abastos, destaca el potencial del país en este tipo de turismo: «¿Por qué Chile es una potencia alimentaria y no un destino gastronómico? La Ruta de los Abastos quiere demostrar que podemos cambiar ese modelo. Apostar por este tipo de turismo es beneficioso en todos los aspectos, ya que impacta directamente en el desarrollo de los territorios. No hay nada mejor que viajar comiéndose un lugar».
Para conocer más sobre la Ruta de los Abastos, se puede visitar su sitio web oficial https://www.rutadelosabastos.com/