La inminente subasta de las dependencias del Molino Koke, programada para el 12 de diciembre, ha generado preocupación en vecinos y organizaciones de Rancagua. Las instalaciones, que incluyen los icónicos silos que albergan el mural más grande de Chile, serán rematadas con un precio mínimo de 35.000 UF (cerca de $1.334 millones).
Felipe Toledo, presidente del colectivo ambiental Parque Koke, expresó su preocupación por el impacto que esta transacción podría tener en la comunidad. “El destino de los silos y las más de 20 hectáreas del molino es incierto. Este lugar tiene un valor arquitectónico, cultural y ambiental invaluable, no solo para los vecinos del sector poniente de Rancagua, sino para toda la ciudad. No queremos que sufra el mismo destino que otros patrimonios como el Centro Español”, señaló.
Toledo destacó además la relevancia del mural, creado en 2018 por los artistas Philippe Carrera y Miguel Chacoff: “es probablemente el mural más grande de Chile, una obra icónica que merece ser protegida. Esperamos que las autoridades, artistas y ciudadanía se unan para defender este espacio”.
Por su parte, Débora Lagos, vecina del sector, subrayó la necesidad de preservar el lugar como un espacio comunitario y de áreas verdes, algo escaso en la zona. “El sector poniente de Rancagua está abandonado en términos de áreas verdes. Este terreno podría transformarse en un espacio que beneficie a la comunidad en lugar de convertirse en un proyecto inmobiliario más. Hacemos un llamado a todos los vecinos a unirse y proteger este lugar”, indicó.
Ambos representantes destacaron que ya se están organizando reuniones vecinales y explorando acciones concretas para evitar que el patrimonio cultural y ambiental que representa el Molino Koke quede en el olvido.
Respecto de la subasta, es importante destacar que, por normativa municipal, el terreno no podrá ser utilizado para fines industriales, como lo era en su función original, sino que se destinará a usos habitacionales y de equipamiento.
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