Cada 7 de noviembre, Chile celebra el Día Nacional del Artesano, una jornada dedicada a reconocer y valorar a los artesanos y artesanas que mantienen vivas las tradiciones ancestrales del país. Desde 2003, esta fecha tiene carácter oficial y busca resaltar el trabajo de los cultores de todas las regiones del país, quienes, con sus manos, perpetúan los oficios que forman parte de la identidad chilena. Entre las disciplinas más destacadas se encuentran la alfarería de Pomaire, los utensilios de piedra de Pelequén y los cestos de mimbre de Chimbarongo.
Este año, la conmemoración tiene un especial enfoque en la creación de un marco legal que respalde y fomente el desarrollo del sector artesanal. El proyecto de Ley de Artesanía, que está en discusión en el Congreso, busca garantizar el reconocimiento de los artesanos como creadores y transmisores de tradiciones y culturas locales. Según la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo, la ley podría ser una herramienta clave para mejorar la situación del sector, que enfrenta desafíos como la falta de regularización fiscal y la dificultad de organización entre los artesanos.
A pesar de los avances, la falta de una infraestructura sólida y el escaso acceso a los beneficios del Estado siguen siendo obstáculos para muchos. Sin embargo, en diversas localidades del país, se celebran ferias y encuentros que permiten a los artesanos mostrar su trabajo y conectarse con un público que valora el arte hecho a mano, reflejo de la riqueza cultural de Chile.