No es un misterio que la meta del gobierno está lejos de la realidad habitacional del país y la región. El déficit habitacional en la Región de O’Higgins según los propios datos del Minvu, es de 25.938 viviendas (a nivel nacional es de 650.000). Restando la meta regional, aún faltarían unas 11.000 viviendas, sin considerar el crecimiento de la demanda natural año a año.
En julio de 2022, a pocas semanas de que el Presidente Boric anunciara el Plan de Emergencia Habitacional, el ex seremi de su gobierno en O’Higgins, Oscar Muñoz, señaló a nuestro medio que dicho plan tenía entre sus principales objetivos, recuperar el rol central del Estado en la planificación y gestión habitacional, junto con entregar 260 mil viviendas durante el periodo de gobierno, lo que lograría cubrir al menos el 40% de la necesidad habitacional identificada.
¿Por qué no es prioridad nacional regional?, ¿Por qué no hay declaraciones de todos los actores políticos sobre la materia?, ¿Por qué cuándo El Tipógrafo aborda el drama de 376 familias de Rancagua que han esperado por 9 años una solución habitacional, y tendrán que seguir esperando, no hay una reacción de todos los actores públicas involucrados buscando una solución?
La indolencia administrativa y política no tiene explicación posible si se considera que en la región hay comités de vivienda en los que comenzaron el proceso una joven pareja y hoy ya tienen hijos y hasta nietos.
En palabras del director regional del SERVIU Omar Gutiérrez “existen comités de vivienda que han enfrentado largas esperas de 15 o 20 años sin que sus proyectos habitacionales se concreten, generando incertidumbre en muchas familias. Sin embargo, esta administración ha implementado medidas para agilizar y hacer más eficiente el proceso de postulación y desarrollo de los proyectos, ajustando los plazos según la normativa vigente para descartar proyectos inviables desde etapas tempranas, ya sea por problemas de terreno u otros factores”.
Gutiérrez explicó que “el enfoque actual se centra en una gestión social y territorial de la demanda habitacional, con los equipos de SERVIU trabajando directamente en terreno para conocer y caracterizar a los comités, quienes anteriormente no recibían suficiente visibilidad. Este nuevo enfoque también ha mejorado la relación entre los comités de vivienda y las Entidades Patrocinantes (EP), favoreciendo un mejor flujo de información y empoderando a los comités en la toma de decisiones”.
El director del Serviu en la región señaló además que “bajo el Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno, se ha optimizado la planificación y distribución de recursos, reduciendo los tiempos de espera y ofreciendo soluciones habitacionales más rápidas. Esta mejora técnica ha despertado el interés de empresas de fuera de la región, que se están sumando al desarrollo de nuevos proyectos. Algunos ejemplos exitosos incluyen los proyectos ‘Villa Parque San Martín’ en Rengo y ‘Condominio Lircay’, en Rancagua bajo la modalidad industrializada, que lograron su aprobación en 5 y 6 meses respectivamente, y ‘Villa Los Jardines’ en Quinta de Tilcoco, que también fue aprobado en 6 meses.»
Desde el mundo privado, María Carolina Zárate, Gerenta Regional O’Higgins de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) señaló que “como Cámara Chilena de la Construcción O’Higgins estamos muy pendientes de este tipo de problemáticas, y desde nuestra posición, buscamos articular como puente entre los distintos actores y organismos para encontrar caminos y soluciones. Por este motivo, nos reunimos de manera mensual con el SERVIU para bajar estos temas a nivel local. La cámara realiza un trabajo colaborativo con instituciones, como Techo-Chile para resolver el problema del déficit habitacional; Generando instrumentos, datos e información útil para la implementación de políticas públicas efectivas para que las familias en nuestro país puedan acceder a una vivienda digna y acorde a sus necesidades.
Sin embargo, y más allá de las declaraciones, miles de chilenos deberán seguir esperando
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