Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sólo en mayo su valor saltó un 15,5%. Mientras que, entre enero y mayo, el precio del aceite de oliva en el país se ha disparado, en promedio, un impresionante 42,7%.
De hecho, lo más barato que se puede encontrar es una botella de 250 ml por $3.390. En tanto, los 500 ml varían entre los $5.990 y los $8.990. El litro, por su parte, comienza en los $11.980 y puede llegar a los $17.990, dependiendo de la marca.
Pero, ¿Por qué?
¿La razón?
El cambio climático, que ha golpeado fuerte a todo el mundo, pero en este ámbito en particular, a España, Italia, Grecia y Australia, principales productores de aceite de oliva del mundo y que han reducido significativamente su producción, lo que ha generado un vacío que los productores chilenos han intentado llenar, en desmedro del mercado local, generando una menor oferta que ha ido inflando los precios.
Si en Chile está caro, en el resto del mundo su valor es casi prohibitivo, lo que ha generado que las exportaciones hayan sido mucho más atractivas para los productores nacionales, subiendo un 68,8% en un año.
¿Bajará el precio?
Se estima que si la producción mejora en el mundo, recién podríamos notar sus efectos en el precio a mediados del próximo año.
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