Ante la proximidad de este importante evento electoral, es indispensable analizarlo y tomar decisiones.
Este segundo proceso constituyente es consecuencia de que el art.142 de la actual Carta Constitucional no le puso formalmente término a la pretensión de sustituirla, se limitó a pronunciarse sobre un resultado favorable en el plebiscito, pero nada dijo qué sucede en caso de rechazo. Los malos legisladores dejaron la puerta abierta, con el riesgo cierto de que se insista en un tercer proceso. Eso explica el voto de rechazo de casi toda la izquierda, pues conlleva reservar una nueva oportunidad, que pudiera ser más favorable a su ideología.
En tales circunstancias, entendemos que la forma de poner fin definitivamente a este período de incertidumbre, es aprobar el proyecto que se somete a plebiscito, en la medida en que el texto sea razonable y adecuado al interés nacional.
El proceso constituyente actual nos trae a colación los siguientes conceptos: a)se acordó un marco de 12 principios esenciales, los cuales están contenidos en el texto propuesto; b)se redactó un anteproyecto de constitución por una Comisión Experta formada por 24 personas conocedoras del tema, que representaban todo el arco político; c)dicho anteproyecto pasó al conocimiento y decisión de un Consejo Constitucional formado por 50 consejeros electos por voto secreto e informado; d)el pueblo soberano se pronunciará directamente acerca de la aprobación o rechazo. La conclusión es que se trata de un procedimiento enteramente democrático, comparable con cualquiera otro que haya tenido lugar en un país serio.
El texto sometido a aprobación puede no ser un proyecto perfecto, pero nos parece razonable, sensato, ajustado a nuestra historia y tradiciones, con un equilibro acertado entre derechos y deberes, amén de una actualización del texto de la actual Constitución, que nos merece respeto y aprobación. Jurídicamente, la aprobamos.
Desde el punto de vista político, si bien personalmente estimo que la actual Constitución es adecuada y voté en contra de su reemplazo, pues quien habló de ella como emanada de cuatro generales, es un patán que nada sabe de esto y dijo una frase estulta, la verdad es que el texto fue perfeccionado en el año 2005, gobernando Ricardo Lagos, y es completamente democrática. Pero, la política tiene ciclos, el nefasto gobierno de Piñera nos embarcó en este procedimiento, y pretender mantener la actual Carta votando rechazo, es un gesto candoroso, porque solo significa dejar abierto el camino a un tercer procedimiento, si no ahora, en un futuro no muy lejano, y conviene poner fin a tal expectativa.
Atendida las razones jurídicas y políticas expuestas, estimo apropiada aprobarla, votando A Favor en el próximo 17 de diciembre.