Estamos con un nuevo ministro de Educación, militante de una de las ideologías más dogmáticas, crueles y desiguales en la edad contemporánea como es el comunismo. Nos enfrentamos a una disyuntiva en materias de gestión y sobre todo del trabajo que se necesita para recuperar los aprendizajes de los estudiantes perdidos en periodo de pandemia.
Un ministro de educación dispuesto al diálogo pero que ha carecido de manejo estratégico con las demandas del sistema educativo. Movilizaciones de funcionarias de INTEGRA en todo el país o el paro de profesores, han marcado sus primeros días en el poderoso ministerio de Educación. Entonces, ¿cuál es el real propósito del Presidente Boric de designar a un comunista para dirigir la educación en nuestro país?
Algo más para destacar fueron sus declaraciones relacionadas con el llamado de algunos estudiantes secundarios a evadir las estaciones del metro de Santiago. ¿Es acaso ésta otra persona? ya que, en el año 2019 justificó los actos vandálicos y de rebelión que se produjeron y que querían acabar con el estado de derecho y democrático del país. Hoy, cuáles son sus palabras, “era otro el contexto”, “hoy no hay razón para dichos actos”. ¿Esta es la seriedad de un ministro de Estado? En materias que realmente les importan a las personas, y que ven cómo día a día la educación pública de desvanece, existen números y evidencia que preocupan. Por ejemplo, la asistencia escolar. Durante el mes de junio 1,3 millones de estudiantes presentaron inasistencia grave en todo el país y todas las regiones. Durante este año, cerca de 460 mil estudiantes han perdido un mes de clases, que equivale a un 15% de la matrícula regular. ¿No era la educación un pilar fundamental para este gobierno revolucionario? La senadora Yasna Provoste, simpatizante de este gobierno declaro hace unos días atrás que se han perdido 17 meses de gestión y políticas públicas en materia de educación. ¿Cuáles serán los motivos de que varios parlamentarios del socialismo democrático tildan a esta administración ministerial con una baja calidad en materias de reformas educacionales? Claramente los factores se encausan en elementos ideológicos que frenan las reales demandas del sistema educativo.
Recuperación de aprendizajes, resultados concretos en materia de convivencia escolar (solo como dato, en lo que va de año, aumentaron las denuncias de maltrato de apoderados hacia profesores en 58% con relación al año 2022) y reintegro escolar. ¿Podemos tener esperanzas de ver resultados positivos en estos tres ejes prioritarios antes que termine esta administración? Por el bien de la educación y de los millones de estudiantes espero que sí. La realidad, nos dice lo contrario. Los servicios locales de educación pública (SLEP) siguen en su gran mayoría sin despegar, con serios problemas de gestión y de financiamiento (No olvidar que la ley 21.040 fue desarrollada por el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet y con amplio respaldo del oficialismo de ese entonces) ¿Veremos un Transantiago educativo? Finalmente, el paro docente generado por disputas internas por el poder político del gremio ha provocado un retroceso mayor a la educación pública, sus demandas, muchas de ellas muy legítimas, son sombras de las promesas de campaña que el propio gobierno se comprometió a cumplir, ahora no son capaces de resolver este gran problema que ellos mismos provocaron.