Gracias a una reciente inversión de alto nivel de tres famosas celebridades de Hollywood en el equipo Alpine, la Fórmula 1, antaño famosa por su despilfarro de dinero, está dando ahora un giro notable que pone de relieve su creciente popularidad y su sólida salud fiscal. Se calcula que los fondos, valorados en 157 millones de libras (199 millones de dólares), representan el 24% de la escudería Alpine y las estrellas opinan que se trata de un serio movimiento empresarial que, de tener éxito, podría allanar el camino para acuerdos similares que impulsarían la fuerza del deporte.
En el pasado, los equipos de Fórmula 1 solían tener dificultades para lograr la estabilidad financiera y ser rentables. Sin embargo, los últimos acontecimientos demuestran un cambio positivo. El consorcio que respalda la compra del equipo Alpine, que incluye a Ryan Reynolds, Rob McElhenney y Michael B. Jordan, es un claro indicio de que la F1 se ha convertido en una atractiva oportunidad de inversión.
Pero, ¿por qué la F1?
Recientemente ha habido un cambio de actitud hacia la Fórmula 1 en Estados Unidos. Las tres celebridades en cuestión reconocieron la oportunidad de participar en la creciente popularidad de la F1 tras la inclusión de tres Grandes Premios en EE.UU. esta temporada: Miami, Austin y Las Vegas, y es que el año pasado, la carrera de Miami cosechó las mayores cifras de audiencia de F1 en el país, y la serie de Netflix “Drive To Survive” desempeñó un papel importante para despertar el interés. La ampliación de otros acuerdos televisivos, como la renovación de ESPN por una cifra que oscila entre los 75 y los 90 millones de dólares anuales, también demuestra la creciente presencia de la F1 en el mercado estadounidense.
Stefano Domenicali, Director General de la Fórmula Uno, ha hablado recientemente sobre la fortaleza del deporte y su atractivo en el mercado. Equipos que antes se vendían por apenas unas pocas libras reciben ahora ofertas multimillonarias y la financiación de Hollywood podría ser una fuente de ingresos a largo plazo para los equipos de F1, sobre todo tras las críticas recibidas por las vías alternativas de recaudación de fondos dentro de este deporte.
McLaren, por ejemplo, ha sido criticada por su asociación con Entain, una corporación global que tiene varias filiales de apuestas. Sin embargo, la escudería ha defendido su acuerdo afirmando que utilizará la asociación para promover apuestas más seguras. El sector de las apuestas en línea también está mejorando su reputación mediante la promoción de casinos en línea seguros y la difusión de material educativo sobre el juego responsable.
Los ingresos procedentes de Hollywood, por otra parte, serían sin duda una fuente de ingresos más positiva y favorable para las relaciones públicas de los equipos de F1. La participación de Hollywood no solo supone un apoyo financiero, sino también una mayor visibilidad y credibilidad para el deporte. Se espera que atrayendo a inversores y famosos de alto nivel, la F1 pueda llegar a nuevos públicos y ampliar su alcance mundial.
El creciente atractivo comercial de la Fórmula 1 también está atrayendo miradas de admiración desde otros ámbitos. Audi, Hitech y Andretti Racing son empresas internacionales que podrían unirse al deporte como nuevos equipos. Aunque estas incorporaciones estarían sujetas a la aprobación de las autoridades de la F1, podrían inyectar aún más fondos en la Fórmula 1.
Además, Arabia Saudí está intentando por todos los medios invertir en la F1. Al parecer, el Fondo de Inversión Pública Saudí (PIF) se planteó adquirir la Fórmula 1 a principios de este año. Sin embargo, el acuerdo fracasó, ya que el propietario de la F1, Liberty Media Corp, no estaba interesado en vender la franquicia que el PIF valoró en más de 20.000 millones de dólares, incluida la deuda. A pesar del intento fallido, el PIF sigue interesado en adquirir la F1 y sería un candidato serio si Liberty Media cambia de postura.
Arabia Saudí ha estado invirtiendo activamente en activos deportivos para promover el entretenimiento al estilo occidental bajo las iniciativas del príncipe heredero Mohammed bin Salman. El país ha realizado inversiones notables en el club de fútbol de la Premier League inglesa Newcastle United FC y ha acogido grandes eventos de boxeo y golf. Aunque los críticos han tachado estos esfuerzos como sportswashing, con la intención de desviar la atención del historial de violaciones de los derechos humanos del país, Arabia Saudí considera la F1 como una adquisición emblemática y la inversión de ese país en el deporte sigue en pie.
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