Los llamados SLEP están desde el gobierno anterior, instalados como proyectos piloto en algunas zonas del país. En O’Higgins, el sistema existe en lo que se llama SLEP-Colchagua, donde su director ejecutivo, Leonardo Fuentes, está desde el lunes pasado con un proceso de remoción en curso.
Esta situación, que tiene una tramitación de 40 días, la lleva a cabo un fiscal del Ministerio de Educación en Santiago y -según pudo confirmar El Tipógrafo-, se basa en dos antecedentes: el primero sería la desvinculación de un número importante de docentes cuando se instauró el Servicio Local de Educación Pública Cochagua, que debió ser revertido luego de un informe de la Contraloría. El segundo, tendría relación con una denuncia de irregularidades hecha por la Asociación de funcionarios de la Educación.
Contactado Leonardo Fuentes indicó que «estoy tranquilo porque esto es parte de un proceso fundado en dos antecedentes. No se me ha pedido la renuncia sino que se llama ‘proceso de remoción’, que dura 40 días».
Fuentes sigue ejerciendo el cargo, a no ser que el fiscal determinase la no conveniencia de que él permaneciera en su puesto.