Fue en marzo cuando tras una serie de protestas y años de requerimientos por parte de los vecinos de la villa Rodolfo Cortés de Rancagua, el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) se comprometió a ejecutar un estudio para conocer a profundidad el estado de los edificios y determinar si los mismos ameritaban reparación o demolición.
Según indicó a El Tipógrafo la presidenta de la junta de vecinos, Jacqueline González, pasaron los meses, hubo cambios en las instituciones y hasta la fecha no tienen ninguna respuesta sobre este compromiso del que, según indica, “tendrían que haber resultados concretos en octubre”.
“Se supone que en octubre a nosotros nos tienen que dar una respuesta. El día 03 de marzo cuando estuvo aquí el alcalde Juan Ramón Godoy con el director del Serviu de ese entonces, Manuel Alfaro, la promesa fue un estudio para ver qué hacer. Incluso, el señor Juan Ramón Godoy fue a Santiago y dijo que había hablado con el Subsecretario de Vivienda, que iba todo encaminado y faltaba la parte del Serviu, pero desde entonces no hemos tenido respuesta. Serviu se lavó las manos”, expresó González.
Según indicó esa vez el Serviu, se comprometían con la realización de un estudio “que arroje el estado estructural de los inmuebles, el cual se ejecutará durante el presente año para obtener también los resultados en este mismo periodo”. Precisaron, también, que el mismo sería ejecutado por una empresa externa a través de una licitación.
La dirigente vecinal advierte que tras la nula respuesta que han tenido en estos casi cuatro meses es imposible que el compromiso se cumpla tal y como fue acordado.
“Las promesas muy lindas, pero nadie tiene idea de esto (…) Nadie se ha acordado que la villa Rodolfo Cortez existe y que estamos en problemas graves”, lamentó González, quien precisó que recientemente tuvo una primera reunión con el actual Seremi de Vivienda, Óscar Muñoz Lara, para solicitar respuestas sobre el caso.
“Tuvimos una buena acogida, pero lo que nosotros necesitamos son respuestas”, enfatizó González quien, además, aseguró que de no haber avances concretos tomarán acciones de calle.
“La gente se va a ir a paro como lo hicimos la otra vez, porque parece ser la única forma de que nos escuchen”, resaltó.
“Con un terremoto estos edificios podrían partirse en dos”
González denuncia que tras el terremoto del año 2010, los doce edificios que conforman esta villa, quedaron severamente afectados en sus cimientos, los que han ido cediendo dejando las estructuras “prácticamente en el aire”. Señala además que producto de las constantes filtraciones y los daños que quedaron en el sistema de cañerías, las bases de los edificios están corroídas.
Departamentos con trizaduras en paredes y pisos, constantes problemas con las cañerías e incluso aguas servidas que brotan al interior de los departamentos de los primeros pisos, son algunos de los problemas con los que día a día deben lidiar los vecinos.
“Aquí hicieron un mejoramiento y quedó mal hecho, era para tapar toda la problemática que quedó producto del terremoto (…) Hicieron un maquillaje para que no se notara. Yo desde hace 9 años que estaba peleando, pero nunca hicieron el trabajo como debían. Aquí estamos hablando de vidas, de que nosotros estamos en peligro. En cualquier momento hay un terremoto y esto se viene abajo. Como vivimos ahora, no se puede”, puntualizó González.
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