El Banco Central, durante la tarde del miércoles 13 de octubre, dio a conocer que subió la tasa de interés en 125 puntos base, para quedar en 2,75%. La decisión tomada por los integrantes del Consejo del organismo autónomo fue unánime. Se trata de la cifra más alta registrada desde agosto de 2001, época en la que se registró un alza de 300 puntos base.
Tras sostener la Reunión de Política Monetaria, el Banco Central emitió un comunicado otorgando un contexto a nivel mundial para comprender el escenario económico actual: «En el plano externo, las perspectivas para la actividad mundial se han moderado en el margen como consecuencia de las restricciones asociadas a los rebrotes de Covid-19 en algunas economías y la persistencia de los cuellos de botella a nivel global, lo que ha limitado el crecimiento de ciertos sectores».
Luego de precisar la situación de los precios relacionados al petróleo o el cobre, aseguraron que «los mercados financieros internacionales muestran un menor apetito de riesgo, considerando tanto los antecedentes previamente mencionados como los temores en torno al sector inmobiliario. Con esto, se ha observado un aumento transversal en las tasas de interés, la depreciación de un número importante de monedas frente al dólar y movimientos dispares en los mercados bursátiles.
En el caso puntual de nuestro país, explicaron: «En Chile, el deterioro de los mercados financieros ha sido mucho más marcado y sistemático, ubicándose en los extremos de los movimientos internacionales».
Aquí es cuando mencionan dos factores que muchos han sindicado como factores de riesgo para la economía local: «Ello se explica por factores idiosincráticos, en especial el cambio a las perspectivas para la inflación y la incertidumbre sobre temas político-legislativos, particularmente respecto de nuevos retiros de ahorros previsionales».
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