A solo horas de la inscripción de las candidaturas al congreso, consejeros regionales y presidenciales, los partidos políticos se debaten en un frenesí de adrenalina, pues pese a que algunos cupos están definidos hace meses, siempre queda espacio para las sorpresas.
Desde el punto de vista político no deja de sorprender que, pese al discurso generalizado y políticamente correcto, los partidos parecen mantener sus prácticas habituales intactas. La danza de nombres y la negociación de cupos pareciera desconocer por completo el nuevo ciclo político que vivimos desde octubre de 2019 y que se ha materializado electoralmente en las elecciones municipales, de gobernadores regionales, y muy especialmente la de convencionales constituyentes, en que la que las fuerzas políticas tradicionales sufrieron un duro revés frente a nuevos actores y especialmente a los independientes, que pasaron a ser los verdaderos protagonistas de la Convención Constitucional.
En cuanto a los candidatos, el fin de semana Diego Schalper (RN) habría resuelto sus dudas y buscaría su reelección como diputado por el distrito 15 en el cupo de RN, pese a que sonó como candidato al Senado en la Región Metropolitana si Jaime Mañalich no aceptaba la nominación de la colectividad del Presidente Piñera.
El resto de la nómina de candidatos no parece presentar grandes sorpresas, y más bien, parece una elección normal. Ex gobernadores, ex intendentes, ex seremis, ex administradores regionales y un largo etcétera de ex funcionarios públicos parecen confirmar que los partidos creen que Einstein no tenía razón, y suponen que se pueden obtener resultados distintos haciendo lo mismo.
Cuáles serán son los efectos de las eventuales candidaturas independientes o si Marcela Riquelme (segunda mayoría regional para constituyentes, no resultando electa), por ejemplo, podrá revalidar sus votos ahora apoyada por un partido político en el distrito 15, parecen ser las principales incógnitas a resolver en las elecciones de noviembre en la región.