El pucará de la comuna de Graneros, dañado seriamente por una empresa que instalaba una antena de telecomunicaciones en el cerro Grande de la Compañía, es la fortificación inca más austral del mundo. Es, desde los años 90 por decreto, un monumento histórico. El senador PS, Juan Pablo Letelier, en entrevista con El Tipógrafo, indica que aquí se ha descuidado una responsabilidad como es la protección del sector, que pertenece a un privado que tiene un cargo de importancia en el Estado como es el de Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
Senador, ésta no es la primera vez que se provoca daño a este pucará inca.

Acá en Graneros se encuentra el pucará más austral del mundo. La construcción da cuenta que había una fortificación de tres muros. Se encontraron municiones de piedra; vasijas de greda incluso con quinoa traída del Perú. todo ello indica que hubo una comunidad importante, por la importancia agrícola que tiene la zona.
«Ya hubo denuncia de daño a principios de los años 90. Durante el gobierno del Presidente Aylwin se decretó que allí, en el cerro Grande de la Compañía, en Graneros, había un monumento nacional de restos arqueológicos. Un particular se hizo dueño de ese sector y no ha cuidado ese patrimonio. Ya hubo en esa década daño patrimonial al lugar con la llegada de internet al país y la instalación de antenas para la zona de Cachapoal precisamente en ese cerro. Y se llegó a una disputa en tribunales y que terminó con un acuerdo que no se concretó nunca. En ese tiempo pudo alegarse desconocimiento del cuidado que ameritaba la situación, pero estamos hablando de un privado como es Luis Maldonado, que hoy es el Conservador de Bienes Raíces de Santiago y en los 90 tenía ese cargo en la región de O’Higgins. Por lo cual, él más que nadie debía resguardar dicho patrimonio. El problema de hoy pasa por un arrendamiento del sector en que se ubica el Pucará a una empresa que construye e instala antenas de telecomunicaciones para las telefónicas que operan en el país. Pero el contrato no especificó que había patrimonio histórico que proteger; la empresa por su parte sacó los permisos en el municipio sin observar que había un pucará en el lugar. En fin, si no fuera por la preocupación de los vecinos, aquí se habría continuado con el daño.

¿Cómo se logra hoy una reparación de lo ocurrido?
Yo creo que hay una arista del problema que es el judicial, que es determinar cuál es el daño real y ver quién es responsable y eso está siendo investigado. Pero esto va más allá, la comunidad se pregunta ¿por qué esta este terreno en manos de un privado que no está dispuesto a cuidarlo? Yo creo que la región y las instituciones sociales tienen derecho a demandar que el terreno vuelva a la comunidad.
«Aquí hay cuatro aspectos a considerar. Mi opinión es que el señor Maldonado debe entregar al Estado este terreno del cerro. Es lo mínimo para compensar de cierta forma el daño causado y la mala administración que se ha hecho. Luego, Bienes Nacionales debe destinar el sitio a una institución como la Universidad de O’Higgins o al gobierno regional para que busque alianzas que tiendan a su protección y estudio patrimonial. Luego, es necesario que todas las empresas de telecomunicaciones que tienen antenas en este cerro, independiente de si dañaron o no este pucará, dejen el lugar y busquen otras soluciones a sus instalaciones. Un cuarto punto es la comunidad que siempre hasta ahora han sido los guardianes del sector y tienen algo que decir en su futuro.
¿Algo que se pueda hacer desde el ámbito legislativo?
Necesitamos impulsar una ley para que haya incentivos al patrimonio por parte de los particulares. Poner en valor nuestra historia, porque esto trae aparejado un polo de desarrollo como es el turismo rural. Ahora, promovemos también que cualquier autoridad como ministro, conservador, alcalde u otra que incida en el daño de monumentos históricos o patrimoniales, pierda su derecho a mantener su cargo u optar a otros.