Tras el tercer retiro del 10% de los fondos previsionales, el mundo político se debate entre un cuarto y un eventual retiro del 100% de estos ahorros desde las cuentas de capitalización individual de las AFP.
¿Qué efectos tendría esa medida en nuestra economía?, ¿Qué pasaría con las AFP?, ¿cambiaríamos nuestro sistema de seguridad social? Son solo algunas de las interrogantes que se abren ante una propuesta tan radical que podría remecer los cimientos de nuestro sistema económico.
Luis Mesina, del movimiento No+AFP, dio a conocer su opinión a través de Twitter: “La propuesta del diputado Alessandri de retiro del 100% es irresponsable, juega con las necesidades de quiénes lo están pasando muy mal y genera falsas expectativas. ¿Qué propone después de acabar con todos los fondos? No tiene ninguna propuesta, solo populismo”.
En Perú los retiros de ahorros para pensiones partieron varios años antes, en 2016, con una ley que permitió́ retirar, en un solo pago, el 95,5% de los ahorros de las personas que se pensionaban, ya sea a la edad legal o en forma anticipada.
Después vino la ley que permitió retirar, a cualquier edad, hasta el 25% de los ahorros, para adquirir una primera vivienda o pagar la hipoteca.
El año 2020, a través de dos Decretos de Urgencia, se permitió retirar hasta USD 557 en dos oportunidades, para aquellos trabajadores que no registraban aportes recientes.
Por último, una Ley permitió a todos los afiliados retirar hasta el 25% de sus ahorros, con un monto mínimo de USD 1.200 y un monto máximo de USD 3.600.
Si se suma el impacto de todas las leyes mencionadas, se han retiraron en total USD 14.434 millones, el equivalente a un 39% de los fondos de pensiones que existían cuando partieron los retiros en mayo de 2016. La evaluación de ese proceso es que las personas destinaron esos recursos mayoritariamente a consumo y afectaron así notablemente su mantención en la última etapa de sus vidas.
Para el economista y académico de la USACH, el ex tesorero general de la república, Hernán Frigolett, la proposición sería inviable: “si eso ocurriese, habría un desplome del valor de esos fondos, y, por tanto, lo que la gente terminaría retirando sería bastante menos que lo que está actualmente contabilizado en sus cuentas, porque liquidar todas las posiciones de acciones y bonos requiere que haya poder comprador y, al operar la ley de la oferta y la demanda, los precios de esos activos se irían al suelo. Además crearía un problema fiscal agudo, por cuanto, aproximadamente un tercio de los instrumentos de ahorro de los fondos son bonos de la Tesorería, y tendrían que liquidarse también, y ¿quién los va a comprar?, ¿tendría que comprarlos la propia Tesorería?, sería un problema fiscal enorme”.
En ese sentido el profesor Frigolett aclara que “es no conocer cuáles son los activos financieros que están detrás de los fondos y que están en Chile. En cambio los fondos que están en el exterior se pueden liquidar, pero traerlos a Chile tendría un gran efecto en el tipo de cambio, lo que sería un golpe durísimo para el sector exportador”.
Además el docente remarcó que “incluso si no todos esos recursos fueran a consumo y la gente los ahorrara, las tasas de interés para esos instrumentos de ahorro, que ya son muy bajas, serían aún más bajas y la gente terminaría con menos recursos que antes a largo plazo”.
Por su parte, el director de la escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián y ex subsecretario de Economía, Esteban Carrasco, advierte sobre los efectos que una medida de esa naturaleza tendría para los niveles de confianza en el país. “La incertidumbre que generaría afectaría la confianza de los inversionistas en nuestros país, esto sería un cambio de las reglas muy grande y podría afectar la confianza con la que nos miran inversionistas de todo el mundo, y los capitales, por definición son adversos al riesgo, y pueden irse de un lugar riesgoso o cobrar retornos más altos”.
El profesor además hizo notar que “el mercado financiero se basa en gran parte en los fondos de pensiones, para que exista inversión en una economía, es necesario que exista también ahorro, el sistema de las AFP y el ahorro obligatorio ha generado las condiciones para la inversión en empresas, pero también en las personas, como los créditos hipotecarios que hoy son significativamente menos gravosos que antes gracias a la disponibilidad de recursos para otorgar créditos, veríamos restringido el crédito y un aumento en las tasas de interés si se aprobara una medida así, y eso podría tener un efecto directo en el crecimiento del país”.
Finalmente el profesor Carrasco acude a un viejo refrán para explicar su posición: “esto sería pan para hoy y hambre para mañana, pues a corto plazo veríamos mucha liquidez, reactivación del consumo y pago de deudas, pero los efectos a mediano y largo plazo serían muy graves, por ejemplo para el Estado que debería absorber una carga enorme de pagar pensiones a personas que ya no tendrían fondos en sus cuentas, lo que lo obligaría a subir impuestos o reasignar recursos desde otras áreas.