Antes de las 19:00 horas ya estaba consciente de su victoria. Pablo Silva Amaya recibió el llamado de su contendor, Eduardo Cornejo, y del intendente Ricardo Guzmán felicitándolo por haber obtenido el triunfo en el balotaje de gobernadores regionales.
El abanderado de Unidad Constituyente conversó con El Tipógrafo y explicó las claves de su victoria. “Hicimos el trabajo de no estar confiados, desde el primer día nos pusimos a trabajar, sabemos que la baja votación nos perjudicaba, por lo tanto no bajamos nunca los brazos de seguir trabajando”, expresó como primera reacción.
Añadió que “nuestro equipo fue cada vez más grande, se fue ampliando y sumando distintos alcaldes: los electos, los en ejercicio y todos aquellos independientes, por lo tanto, fuimos sumando mucha más gente sabiendo que era difícil que hubiera una gran participación en esta segunda vuelta”. En este sentido valoró el respaldo de distintos jefes comunales. “el de Graneros, el de Mostazal, de Machalí, de Doñihue; yo diría que la mayoría de los alcaldes estuvieron con nosotros”, afirmó.
Respecto de los apoyos del diputado Juan Ramón Godoy y del alcalde electo de Rancagua, Juan Ramón Godoy, manifestó que “los tuvimos desde la primera vuelta, ellos siempre tuvieron la disposición, son militantes disciplinados pero además sabían que la opción nuestra era la que correspondía apoyar”.
Precisó que en esta elección “la tarea de movilizar gente era titánica, ya que muchos no sabían que había segunda vuelta. La elección anterior, de alcaldes, concejales, constituyentes, llevaba a votar, pero esta era solamente la segunda vuelta de gobernadores y no había esa información adecuada”.
Finalmente aprovechó de “agradecer a todo mi equipo de trabajo que se sacó la mugre, grandes, personas, hombres y mujeres, también a mi familia y amigos”.
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