Una indemnización de $110.000.000 al padre y hermanos de trabajador del casino Monticello de San Francisco de Mostazal, quien falleció baleado en julio de 2017 por un cliente armado, resolvió la Corte de Apelaciones de Rancagua.
La Segunda Sala del tribunal de alzada -integrada por los ministros Marcela de Orúe Ríos, Pedro Caro Romero y el abogado (i) José Irazábal Herrera- rechazó los recursos de apelación de las partes y confirmó la sentencia dictada, por el Segundo Juzgado Civil de Rancagua, que estableció la responsabilidad del casino en el deceso del trabajador.
El fallo se basa en la responsabilidad del Casino al no “no haber cumplido el deber de cuidado impuesto por la ley, consistente en evitar que personas puedan ingresar con armas de fuego», sostiene el libelo.
Las Bases Generales para la Autorización, Funcionamiento Y Fiscalización de Casinos de Juego, dispone que: “no podrán ingresar a las salas de juego o permanecer en ella”, (…) “los que porten armas, con excepción de los
funcionarios de Carabineros e Investigaciones de conformidad con la legislación y reglamentación respectiva”.
“Será responsabilidad del operador, y en especial del personal a cargo de la admisión al casino de juego, velar por el acatamiento de estas prohibiciones, sin perjuicio de las facultades de la Superintendencia”’.
El hecho ocurrió el 2 de julio de 2017, cerca del mediodía, cuando el médico veterinario Osvaldo Campos Azócar, cliente del recinto, «efectuó disparos con un arma de fuego en uno de los salones de juego, producto de lo cual resultaron heridas diferentes personas, falleciendo dos de ellas en el lugar, una de las cuales corresponde a Óscar Reyes Valenzuela, hijo y hermano de los demandantes, respectivamente, quien al momento de los hechos se desempeñaba como ‘Gaming Duty Manager’ del casino».
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