De magnitud ha sido la sequía que ha enfrentado el país en la última década.
Y aunque en el 2020 se registraron más precipitaciones que en el 2019, de igual forma se ubicó como el décimo segundo año consecutivo de sequía en el país. El déficit de lluvia varió dependiendo la región, entre un 15% y 66%.
La región de O’Higgins, eminentemente agrícola, ha sufrido fuertemente las consecuencias de la sequía, siendo el 2019 particularmente crítico, cuando se vivió la peor sequía en 60 años, con una baja del 70% en la precipitaciones.
Tan grave fue la crisis que el ministro de Agricultura, Antonio Walker decretó zona de emergencia agrícola a las 33 comunas de la región, lo que se tradujo en el aporte de $1.900 millones de pesos para los agricultores.
Reflejando en números lo que se vivió el 2019, al 31 de agosto habían precipitado 82,7 mm., lo que marca un déficit de 361,4 mm., o sea, un 81% menos respecto de un año normal en Rancagua, de acuerdo a datos de la Dirección General de Aguas (DGA).
En 10 años el déficit pasó de 19% a 81%, mientras que se incrementó en 62% desde 2009.
Debido a la baja en las lluvias, se ha producido disminución de los caudales del río Cachapoal, del 72%; y Tinguiririca, del 59%. Asimismo, el embalse Rapel solo llegó a 3/4 de su nivel y el embalse Convento Viejo 2/3 de su capacidad. Esto, sumado a la baja de los glaciares Alto de los Arrieros (49%), Pincheira (30%) y Paso de Lágrimas (21%), datos recabados a finales del 2019.
Con la finalidad de cuidar el recurso vital en O’Higgins en enero del 2020, el Gobierno Regional, liderado en ese momento por Juan Manuel Masferrer, lanzó el ‘Plan de Recursos Hídricos”, un documento redactado por una mesa pública-privada con 16 puntos a implementar en la década 2020-2029.
Entre los aspectos que considera aparece la situación de recarga de acuíferos subterráneos, la mitigación del sequía, nuevas fuentes de agua, implementación de tecnología y proyección de futuros embalses, 16 puntos en total para buscar la solución a los complejos problemas hídricos de la región.
De acuerdo a cifras de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), junio y julio del 2020 fueron los meses más lluviosos de los últimos 15 años a nivel nacional registrándose un promedio de 30,2 milímetros en el primero y 60 milímetros de agua caída a lo largo del territorio en el segundo.
Sin embargo, los expertos señalan que no fue suficiente para sacar al país de la emergencia hídrica y se siguen manteniendo los déficits que van desde el 2,5% al 100% en algunas comunas del país.