Ya se habla en los pasillos de la Intendencia del ‘síndrome del pato cojo’. Metáfora política patentada por el sociólogo Antonio Cortés Terzi, que habla de la pérdida de poder de los gobiernos en sus últimos días.
Una situación que se ha vivido casi siempre en las postrimerías de cada gobierno, particularmente cuando sus autoridades comienzan a abandonar sus cargos para embarcarse en alguna aventura de elección popular.
Un escenario que se está viviendo en todo el país, ya que hasta este sábado hay plazo para que ministros, subsecretarios, gobernadores, seremis, entre otras autoridades, presenten su renuncia para una eventual candidatura al Congreso. Pero esto no termina aquí, ya que quienes quieren ser constituyentes deben dejar sus cargos el 11 de enero.
¿El gobierno regional enfrentará su último año y medio con el síndrome de ‘pato cojo’? La intendenta ya anunció que se quedaría en el cargo, pero se confirmó la renuncia del gobernador de Colchagua Yamil Ethit. Día en que la propia Rebeca Cofré anunció que habría más renuncias de aquí al sábado.
Pero también está el desafío de asumir como constituyente y aquí la lista no es menor: Los seremis de Gobierno, Alejandro Alvarez; del Trabajo, Federico Iglesias; de Vivienda, Francisco Rabanal, y de Minería, Manuel Cuadra, podrían renunciar en enero para asumir una candidatura.
Entonces, ¿cómo se enfrentará a nivel regional la última etapa de la administración Piñera? Se trata de un escenario que, a lo menos hasta mitad del 2021, estará condicionado por el coronavirus y donde el mayor esfuerzo estará en aplicar medidas eficientes para evitar la propagación de la enfermedad y no tener que volver a medidas de confinamiento, particularmente desde el mes de marzo, cuando termine el verano.
Eso sí, no se deben descuidar temas propios de la región que tienen que ver con proyectos claves para el desarrollo de las comunas, en materia de infraestructura pública, conectividad, salud, seguridad pública y medioambiente; así como aquellos que apunten a una reactivación de la economía regional, con énfasis en las pymes y en la generación de empleos.
El 2021 será también un año lleno de elecciones, y se corre el riesgo -y la tentación- de que este escenario pueda incidir en la ruta que tome la administración regional. Por ello, es clave que desde la Intendencia se disipe rápidamente cualquier atisbo de cuestionamiento y no queden dudas al respecto de que el gobierno seguirá trabajando por toda la región, y no pensando en el calendario electoral.
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