Más allá de las complejidades asociadas a la pandemia, definitivamente el 2020 no ha sido hasta ahora un buen año para O’Higgins de Rancagua, elenco que hace algunas semanas desvinculó al técnico Patricio Graff -que sumó solo 11 puntos en 14 partidos- panorama que aún no se revierte con la reciente llegada a la banca del también trasandino Dalcio Giovagnoli, quien asumió con la difícil misión de sacar a los celestes del fondo de la tabla y que hoy los mantiene en el puesto 16°.
En este escenario, diario El Tipógrafo conversó en exclusiva con el vicepresidente ejecutivo del ‘Capo de Provincia’, Cristian Abumohor, a fin de conocer qué ocurre en la interna de la dirigencia y cuáles son sus autocríticas frente a la hinchada en medio de la lucha por no descender a Primera B.
¿Cuál es el balance del desempeño de O’Higgins en la primera rueda?
Obviamente el balance en la primera rueda en cuanto a resultados es muy negativo. No recuerdo algún año en el cual hayamos arrancado tan negativamente. Existe mucha desilusión y preocupación por el rendimiento mostrado hasta la fecha. A principios de este año realizamos un esfuerzo importante en contratar a un cuerpo técnico liderado por Patricio Graff, que generaba el interés de muchos por su trabajo realizado en Coquimbo Unido. El arranque del torneo no fue fácil y comenzamos un espiral de malos resultados.
¿Qué objetivos se trazaron para la segunda rueda?
El único objetivo hoy es sumar puntos para salir de esta incómoda posición. Creo que fijarse algún objetivo distinto a este es ser poco realista en estos momentos. O’Higgins debe mantener la categoría porque se lo debemos a nuestra gente y porque somos una gran institución que cuenta con un gran plantel profesional, con mucho talento.
¿Confía en un repunte del equipo para la segunda parte del torneo?
Por supuesto que sí. Como señalé anteriormente tenemos la convicción que vamos a revertir esta realidad porque tenemos jugadores experimentados y un nuevo cuerpo técnico que sabe de estas situaciones, y que sumado a los refuerzos que se incorporan para la segunda rueda, sacaremos adelante la tendencia negativa mostrada hasta hoy.
¿Qué decisiones se deben tomar para que el hincha tenga una señal clara de que el club va a retomar el rumbo en las próximas fechas?
Como dirigencia hemos analizado la situación en todo momento. A pesar de que Patricio Graff era parte de un proyecto a largo plazo para nosotros, se cambió de cuerpo técnico y recientemente realizamos un gran esfuerzo para contratar a dos muy buenos jugadores en un mercado de pases complicado y escueto.
¿A qué atribuye los malos resultados de O’Higgins en esta primera parte del torneo?
Es una buena pregunta y difícil de contestar. Consideramos que, en un comienzo de esta etapa, fuimos en busca del entrenador que creíamos el indicado para comenzar un proyecto a largo plazo. Por su presente, por su forma de jugar, por su conocimiento en la institución y su calidad humana. A veces en el fútbol, hay determinadas situaciones que no dependen de las variantes que uno pueda evaluar a la hora de tomar una decisión.
¿Por qué ha costado sostener en el tiempo el trabajo de los directores técnicos del primer equipo?
Hemos intentado buscar un perfil de entrenador con el cual nos podamos proyectar en el tiempo. La marca que dejó Eduardo Berizzo en el club fue muy fuerte y está muy en concordancia con nuestras ideas y valores. No me refiero tan solo a lo deportivo sino también a la visión de club y el hacernos crecer institucionalmente.
La realidad es que hoy los resultados terminan siendo determinantes. Uno puede intentar sostener un proceso hasta el extremo, pero sin resultados deportivos nada se sostiene.
¿De qué manera afectó en lo económico estar varios meses sin fútbol producto de la pandemia?
Ha sido un año para el olvido en todo aspecto. El factor económico ha sido terrible. Se dejaron de percibir ingresos muy importantes por concepto de sponsors, bordero y cuotas de socio. Si había un año para escoger para no pasarlo mal en lo deportivo, era este. La planificación inicial no contemplaba refuerzos al término de la primera rueda. La situación económica no daba para eso. Hoy no solo tuvimos que hacer un esfuerzo para traer refuerzos, sino que también tuvimos que contratar un cuerpo técnico nuevo.
¿Cómo evalúa el rol de Pablo Calandria en la gerencia deportiva?
Pablo es una gran persona, muy capaz y esforzado en lo laboral. Estoy contento con cómo ha asimilado su nuevo rol en la institución. Hoy estamos en una situación deportiva muy compleja y por su cargo es entendible que se le endose responsabilidad. Creo que hay responsabilidades compartidas entre dirigentes, cuerpo técnico y funcionarios del club.
¿A qué atribuye las constantes nominaciones de jugadores de la cantera celeste en selecciones juveniles?
La dedicación, esfuerzo e inversión que se ha realizado en las divisiones menores ha sido muy importante y hoy está dando sus frutos. Creo que la clave ha sido mantener una estructura estable y por muchos años liderada por Fernando Vergara. Se han fijado políticas y objetivos que se han podido sostener en el tiempo con gente a cargo muy capacitada. Esto nos llena de orgullo y es un área que en lo personal me encanta y me motiva mucho.
¿Se proyecta indefinidamente la familia Abumohor a cargo de la propiedad del club?
Toda mi familia está muy involucrada afectivamente con el club. Por tal razón estar en esta situación deportiva nos tiene a todos muy afectados y preocupados. Cargar hoy como familia con ser los únicos responsables en sostener al club económicamente se hace muy complejo. La situación económica del país no da hoy para esto. Señalamos en esa ocasión la necesidad de incorporar a nuevos inversionistas al club. Lamentablemente la situación de estallido social el año pasado y la pandemia, no han permitido concretar dicho objetivo. Seguimos pensando que es el único camino para mantener a la institución sólida en el tiempo y que pueda seguir su desarrollo y crecimiento. De otra forma es muy difícil imaginar una proyección indefinida en el club.
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