Los lunares pueden llegar a convertirse en peligrosos melanomas. Para conocer cómo distinguir estas manchas, la dermatóloga Carmen Gloria Fuentes, entregó algunos datos.
“Lo más importante, es conocer una regla que han hecho los demartólogos, que es el A, B, C, D y E de la dermatología en cuanto a lunares; teniendo en cuenta todos estos parámetros se puede decir si un lunar es benigno o maligno”, señaló la profesional.
¿Cuál es la definición de esta regla?
A: “Se refiere a la asimetría. Para saber si un lunar no cumple con este requisito hay que observarlo bien y si no es una perfecta redondela es un signo de alarma“, aseguró.
B:”Tiene relación con el borde. Si no es una línea pareja y es como un zig zag o un fleco, es un signo malo”, señaló.
C: “Esto quiere decir el color del lunar, mientras más homogéneo el pigmento mejor, es decir que si tiene un sector medio verdoso, rojo o gris y parece atigrado es un signo para preocuparse”, comentó.
D: “El diámetro, si es mayor de 6 milímetros es un melanoma, igual se debe tener en cuenta que hay algunos que tienen menos de 6 mm. pero es raro. Para que sea un melanoma debe ser mayor de 6 (seis milímetros es igual al porte de una lenteja)”. Indicó.
E: “La evolución, es decir cuando un lunar de unas ciertas características evolucionó y le salió un porotito, o la persona siente algún síntoma”, finalizó.
El cuidado de la piel es algo fundamental y los médicos siempre recomiendan el uso del bloqueador solar para evitar que los fuertes rayos de sol le hagan daño a nuestra dermis.