El príncipe William ha deslumbrado en su nueva faceta de padre de familia, feliz tío de su sobrino Archie y un activo miembro de la corona británica representando a la reina Isabel II en diversas actividades.
Pero sin duda, ser el segundo en la línea de sucesión a la corona le ha brindado la experiencia para dedicarse a estas labores con gracia y profesionalismo, aunque hubo un momento de su vida donde pudo desenvolverse en labores comunes como las que realiza cualquier persona que vive lejos de la corona, como cortar leña o amasar pan.
El hijo de Diana de Gales, la princesa más querida de Inglaterra, aprendió a realizar las labores domésticas más comunes, sin los privilegios de su posición y en un entorno maravilloso:el sur de Chile, específicamente en Aysén, donde William fue uno más en su grupo de amigos.
A mediados del año 2000 el Príncipe William tenía 18 años y ya había egresado del prestigioso colegio Eton, donde estudiaron los Spencer.
En ese momento, decidió tomar un año sabático antes de ingresar a la Universidad de Saint Andrews, donde estudió Historia del Arte, Geografía y conoció a quien ahora es su esposa, Kate Middleton.
Acorde a lo que informaba Emol en octubre del 2000, el príncipe pasó 10 semanas junto a 110 voluntarios en la Patagonia Chilena, específicamente en la zona de Coyhaique, donde fue parte de la Operación Comunitaria Raleigh.
La visita tomó por sorpresa a los lugareños, pero también a las autoridades de la zona. Asi lo indicó Anita Velásquez, asesora de prensa de la Intendencia de Aysén, quien declaró a AFP que “Raleigh no nos entregó ninguna información a nosotros y de hecho hay varios medios de televisión que vienen de Santiago, pero aún se desconocen las actividades que realizará”.
El objetivo del viaje era participar en proyectos sociales relacionados con la Corporación Nacional Forestal (Conaf) a lo largo y ancho de la región de Aysén, pero también que el príncipe se sintiera como uno más de la expedición
El príncipe se instaló en la fría zona de Aysén, donde no hubo un despliegue especial de seguridad o Carabineros para cuidar a la autoridad británica, por lo que durante 10 semanas pasó a ser uno más de la zona, el sureño William Wales.
En medio de los hermosos paisajes del lugar, el miembro de la familia real más famosa del mundo, realizó las mismas actividades que realizaría cualquier joven de su edad que viaja en una expedición con objetivo social: cortó leña, lavó y colgó ropa, cocinó para sus compañeros e incluso hizo pan amasado.