“Me puedes disparar con tus palabras, cortar con tu mirada, matar con tu odio, pero aún así, como el aire, me levantaré”, encontraron escrito en su cuaderno los padres de la joven estudiante del Colegio Nido de Águilas, Katherine Winter, de 16 años, quien hace poco más de un año se suicidó en un café Starbucks de Providencia, tras ser víctima constante de bullying y ciberacoso dentro de su contexto escolar.
Después de tan traumático episodio y con algo más de certezas en torno al caso luego de las pericias realizadas, los padres de la joven, Emanuel Pacheco y Evanyely Zamorano, tomaron como inspiración la frase encontrada en el cuaderno de su fallecida hija y decidieron fundar “Kathy Summer”, institución que hace frente a la creciente amenaza que representan las diversas formas de abuso, sobre todo en el contexto escolar.
“Intentamos asegurarnos de sensibilizar ante las situaciones de acoso si es que se sale de las manos”, según explica Emanuel. “En los grupos de personas, a través del tiempo, se pueden generar condiciones para el bullying, y si es que no propiciamos una sana convivencia este puede gestarse a través de las diferencias, las envidias, los conflictos no resueltos apropiadamente”.
La notoriedad pública que alcanzó la historia de Katherine Winter hizo que su caso se convierta en todo un símbolo de la gravedad y las consecuencias que puede traer un contexto de agobio social constante. “Vamos hacia los colegios llevando una metodología de charlas donde por medio de la narrativa de nuestra vivencia buscamos potenciar la sensación de lo que pasa cuando se da el bullying”, señala Evanyely, madre de Katherine. “Generamos conocimiento de lo que provoca en los jóvenes y estos deben optar por tomar una decisión de si quieren seguir siendo testigos cómplices, que ponen likes en comentarios agresivos, que aplauden cuando se está agrediendo a alguien, o de tomar conciencia, hacer algo al respecto y denunciar”, añade Emanuel.
Luego de haber recorrido la mayor parte de Chile ofreciendo charlas y acercando el tema hacia las personas, los padres de Katherine hacen un llamado a hablar, a acercarse a la fundación a través de sus redes sociales en caso de que alguien esté pasando por un mal momento o que tenga pensamientos en torno al suicidio. “Queremos poder acompañar a las familias, porque nosotros nos tardamos aproximadamente seis meses en poder empezar a hablar de suicidio en sí, ya que cuesta mucho aceptar que tu hija tomó una decisión contra sí misma. Nos ha hecho bien a todos pasar tiempo con papás que han pasado por la misma situación porque se sienten escuchados y juntos nos sentimos comprendidos”, puntualiza Emanuel.