En octubre de 2020 la democracia chilena vivirá un hecho histórico, ya que junto con alcaldes y concejales, la ciudadanía podrá elegir a los gobernadores regionales. Se trata de una aspiración de años por parte de quienes han promovido la regionalización, aunque también ha habido controversias sobre las atribuciones que tendrán estas nuevas autoridades.
La elección aún se ve lejana pero hace rato en los partidos políticos se está hablando del tema, ya que este nuevo cargo es visto como un botín político importante, sobre todo por la proyección de quienes resulten electos y, en el caso de la oposición, para hacer un contrapeso a la autoridad oficialista en regiones.
El 25 de octubre del próximo año vence el plazo para que los ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores, alcaldes, concejales y seremis que quieran ser candidatos a gobernador regional, renuncien a sus puestos.
Los partidos comienzan a delinear cómo van a encarar el proceso, por lo cual analizan quiénes podrían someterse a la voluntad del electorado para llegar a encabezar las regiones y reemplazar la figura de los actuales intendentes.
En la Región de O’Higgins ya hay nombres que suenan. Por Chile Vamos no sería extraño ver en competencia al actual jefe del gobierno regional, Juan Manuel Masferrer.
Pero también se perfilan otras figuras, en caso de que el actual intendente decida no ser el candidato del oficialismo. En ese caso, tendría que dar un paso al costado, para que otro nombre asuma como el representante del Presidente en O’Higgins.
Y ya suenan algunos nombres, como el actual seremi de Obras Públicas, Moisés Saravia. El jefe regional del MOP ya ha sido opción para ser intendente incluso en el anterior gobierno de Sebastián Piñera, por lo que es una carta que se puede considerar dado su perfil técnico y político.
El alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, también podría dar el paso desde el municipio a la gobernación regional. Tras diez años como alcalde, en el bloque oficialista proyectan al edil para estar a la cabeza de la región y entenderse con el presidente. Su buen rendimiento electoral avala una eventual candidatura. De todas formas, el caso de irregularidades en el Teatro Regional podría complicar su opción.
En la oposición todavía falta ver cómo se van a alinear los partidos, ya que no existe una coalición definida como lo fue la Concertación o la Nueva Mayoría. Pero el Partido Socialista podría aportar un candidato: se trata de Pablo Silva, intendente de O’Higgins en el anterior mandato de Michelle Bachelet y hombre cercano al senador Juan Pablo Letelier. Su recorrido por las 33 comunas hasta hace no mucho tiempo puede ser un punto a favor para el ingeniero en gestión administrativa, que ha ejercido labores en distintos municipios.
Otro nombre es Ricardo Rincón. Al ex diputado le fue impedida la opción de repostular al parlamento luego que la directiva de la DC el 2017 no viera con buenos ojos que el penquista hiciera noticia en los medios por antecedentes de violencia intrafamiliar. Habrá que ver si el buen caudal de votos que obtuvo la última vez que fue a una elección se ve afectado por este acontecimiento que le costó un duro enfrentamiento con Carolina Goic.
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