La región de O’Higgins es una de las más importantes del país en el ámbito de la agricultura. Sin embargo, para llevar adelante el proceso, es necesario contar con tierra fértil, ya que la calidad de los suelos constituye la base para desarrollar agricultura y ganadería de calidad.
Por ello, debido a su productividad, la necesidad de mejorar los suelos agrícolas es imperiosa. En esa línea se enmarca el Programa Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), iniciativa del Ministerio de Agricultura ejecutada por el SAG e Indap.
El encargado regional del plan, Byron Blamey, explicó que este es un programa a 12 años y el objetivo es recuperar el potencial productivo de los suelos agropecuarios degradados y mantener los niveles de mejoramiento alcanzados.
Blamey detalló que el SIRSD-D contempla cinco programas, dirigidos a pequeños productores agrícolas, los que son cofinanciados hasta el 90% de los costos netos de las prácticas a ejecutar y cada uno apunta a un aspecto específico que contribuye a lograr el objetivo del programa.
En cuanto a dónde es más necesario hacer la inversión, el experto reveló que en la región la mayor degradación de los suelos se registra en el secano, principalmente debido a los bajos niveles de materia orgánica, bajos niveles de fertilización y a la exposición de estos a las lluvias y vientos. Por eso el principal foco de atención para el programa, en el secano, es intervenir con prácticas que contribuyan a mejorar el potencial de suelos.
Sin embargo, debido a la baja rentabilidad del terreno, en el secano cada vez es más escasa la siembra de trigo, por ello, el plan busca que los sitios puedan ser explotados igualmente. “Para que los suelos no queden descubiertos, el programa incentiva el establecimiento de praderas permanentes, principalmente para aquellos agricultores que explotan el rubro ganadero”, detalló Blamey.
Al respecto, el seremi de Agricultura, Joaquín Arriagada, detalló que “en el secano existen suelos con lomajes suaves y fuertes que, al quedar sin protección, ante las lluvias de temporada se produce erosión, originando cárcavas. Y ahí es donde el programa interviene con las prácticas de control de cárcavas”.
Asimismo, explicó el seremi, “ante la pérdida de materia orgánica el programa interviene con la aplicación de enmiendas orgánicas, como guano de aves y manejo de rastrojos, y es de toda nuestra prioridad apoyar con este programa a los agricultores”.






