Ante el anhelo de tener un cuerpo que se adapte a la figura deseada es común que las personas decidan someterse a una “dieta” que, por lo general, se relaciona con ciertas restricciones y esfuerzos difíciles de mantener, por lo tanto, en algunos casos terminan en un fracaso.
“El juego con la balanza además de poco saludable trae consigo efectos negativos que la mayoría de las personas desconoce. Por ejemplo, excluir grupos de alimentos, como las carnes o el pan y cereales, limita la cantidad de nutrientes, pudiendo producir déficit de algunos, tales como la vitamina B12 o fibra”, explicó la nutricionista y jefa del Programa “Vivir Bien” de Sodexo, Paulina Hernández.
La experta detalló además que “a medida que se van practicando dietas restrictivas, que luego fallan por impedimento de mantener el peso, las probabilidades de éxito para el régimen siguiente disminuyen, siendo cada vez más difícil bajar de peso”.
En ese escenario, la nutricionista reveló los seis errores más comunes que la gente comete al hacer dieta.
- Restringir grupos de alimentos y eliminarlos de la dieta
Es habitual seguir dietas en las que se excluyen productos que son parte de una alimentación saludable, como por ejemplo frutas o alimentos ricos en hidratos de carbono. Esto si bien ayuda a bajar de peso, favorece el “efecto rebote” y potencia dietas carentes de nutrientes importantes para la salud. En vez de eliminarlos, se deben incluir en cantidades que permitan la baja de peso, adquiriendo hábitos saludables.
- Saltarse comidas
Comer menos no significa menos veces en el día, sino menos cantidad. Al saltarse comidas, el organismo va disminuyendo su metabolismo, para no gastar tanta energía, pues su aporte no responde a sus necesidades. Además, provoca más hambre en las comidas futuras y más probabilidad de “atracones”. Lo ideal es ingerir alimentos cada cuatro horas como máximo.
- No tomar suficiente agua
El agua es fundamental para lograr perder peso y un cuerpo más sano. Se deben tomar al menos ocho vasos de agua al día (1,5 a 2 litros). Sin la cantidad suficiente de agua al día, para el cuerpo es más difícil cumplir con sus funciones.
- No incluir al resto de las personas que viven en el mismo hogar en los cambios de hábitos
Está demostrado que, si nuestro entorno no varía sus hábitos, será menos fructífero nuestro esfuerzo. Lo ideal es llevar una vida saludable y compartir esto con toda la familia. De esta forma el cambio será duradero.
- Ponerse metas demasiado lejanas
Si las metas son demasiado exigentes, finalmente provocarán frustración. Más vale ir poniendo retos cercanos en tiempos determinados. Por ejemplo, si tengo que hacer 10 cambios en los hábitos, ir conquistando uno a uno.
- Plantearse el cambio solo para bajar de peso y por un tiempo definido
Esto provoca efecto rebote, pues luego de cumplir el objetivo se retoman los hábitos que llevaron a tenerlo. Lo mejor es proponerse modificar hábitos y tomar conciencia que cambios demasiado drásticos no son sanos ni permanecen en el tiempo.