Peritaje descartó presencia de alcohol en joven que murió ahogado en piscina del complejo Patricio Mekis

El pasado 6 de febrero, un joven de 20 años falleció producto de una asfixia por sumersión en la piscina del complejo deportivo Patricio Mekis, en la comuna de Rancagua. Pese a que en primera instancia las diligencias de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI) presumía que previo a su muerte la víctima había consumido alcohol, esta hipótesis fue descartada completamente luego que los peritos que realizaron los exámenes al cuerpo del joven, señalaran que no había presencia de alcohol en la sangre.

Según informó la PDI en ese entonces, la noche del accidente, la víctima junto a un grupo de amigos habría escalado uno de los muros de acceso al recinto deportivo, llegando hasta la piscina municipal. Dicho sector no contaba con iluminación y minutos más tarde de que ingresaran al lugar, sus amigos se percatan que el joven no se encontraba con ellos, encontrándolo luego sin vida en el estanque.

Rápidamente, se dio aviso a los equipos de emergencia y pese a que los jóvenes auxiliaron al amigo y le realizaron maniobras de reanimación, este falleció en el lugar, muerte que fue constatada por personal del SAMU del Hospital Regional de Rancagua que llegó hasta el recinto deportivo.

El cuerpo de la víctima fue derivado hasta el Servicio Médico Legal (SML) para ser sometido a los peritajes correspondientes y determinar la causa de muerte, estableciéndose que se debió a una asfixia por sumersión, descartando además la presencia de alcohol en la sangre del joven fallecido.

“En dicha investigación se practicó el examen de alcoholemia N°924-18, por la perito Claudia García N., de fecha 8 de febrero del presente, el cual arrojó como resultado 0,00 gramos de alcohol por litro de sangre”, estableció el informe del Servicio Médico Legal (SML).

Tras conocerse el resultado, la madre del joven, Jaqueline Jiménez,  manifestó que “estableciendo la real causa de muerte de mi hijo (se ha) limpiado de esta forma su nombre  (para) así permitirle a su alma el descanso en paz, mitigando en parte el dolor que hemos sufrido como familia en la desafortunada forma en la cual hemos perdido a nuestro hijo”.