“Junto con la directora (s) del Sename visitamos las residencias ubicadas en las comunas de Rengo, San Vicente y Rancagua. Estos centros son prácticamente hogares familiares, los niños y niñas asisten al colegio, llevan una vida normal, pero al mismo tiempo reciben la contención y el tratamiento psicológico para reparar el daño causado por terceros”. Con esas palabras la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Bárbara Perry, reflejó la visita a las cinco residencias de protección que existen en la región, dependientes de organismos colaboradores, para conocer sus instalaciones y funcionamiento.
Respecto a la realidad regional, la seremi destacó “el compromiso de los trabajadores, ya que las residencias se encuentran en muy buen estado y el servicio que entregan a los niños, niñas y adolescentes es excelente, permitiendo lograr una efectiva intervención en quienes han sido vulnerados en sus derechos”.
Por último, y en relación a la residencia Pequeño Cottolengo, que atiende a niños con discapacidad severa o profunda, explicó que “visitamos las dependencias donde el director, padre Álvaro, destacó la importancia de la subvención que se entrega para atender a las personas que presentan daños físicos irreparables”.
Por su parte, la directora regional (s) del Sename, Bernarda Bolbarán, puntualizó que “cuando las cosas se hacen bien hay que reconocerlas, y a nivel regional el trabajo que se desarrolla es de alto impacto; nuestra misión es garantizar que los niños, niñas y adolescentes que ingresan a la red para restituir sus derechos reciban la atención que corresponde, situación que se ha corregido cuando no se ha cumplido a cabalidad”.