La joven comunicadora, Javiera Suárez, he tenido que dar una fuerte lucha para sobreponerse a un cáncer que se le detectó mientras estaba embarazada de su primer hijo. El nacimiento de Pedro Milagros, como su nombre lo dice, puede considerarse un milagro, Suárez, señaló en su entrevista en Vértigo, que su caso era único en el mundo, pues nadie había dado a luz con un cáncer en grado IV.
En su lucha contra el cáncer, Javiera, a ido mostrando sus avances por redes sociales, donde siempre ha destacado su potente fe en cada paso que enfrentó para sanarse. En esta línea, recientemente compartió en su página web, una íntima experiencia que tuvo con «monjes brasileños», durante uno de los momentos más críticos de su enfermedad. Javiera Suárez, escribió que uno de sus mejores amigos, le envió un link con información sobre los monjes, ella recordó haber escuchado hablar de ellos a Salfate en «Así somos», donde dijo que tenían el poder de sanar a una persona a distancia de cualquier enfermedad, por lo que decidió intentarlo, «fue lo primero “alternativo” que hice“, indicó.
“Le dije a mi papá que me llevara al correo que está en Los Cobres de Vitacura. Ahí mismo pedí una hoja y escribí a mano mi nombre, edad, diagnóstico, domicilio y un mini resumen de mi situación, poniéndole énfasis a mis 7 semanas de embarazo, para asegurarme que no hubiese alguna contraindicación. Luego, metí la carta en un sobre grande junto a un sobre más pequeño con la dirección donde quieres que te llegue la respuesta y dos estampillas llamadas “cupones de responso” que venden ahí mismo”, indicó junto con detallar los datos de envío.
Tras realizar cada paso indicado por los monjes, Javiera, tuvo que esperar alrededor de dos meses para recibir una respuesta con el detalle de como sería el procedimiento, “la cirugía se realizaría el lunes 18 de julio a las 23:00 horas“. Seguí las instrucciones al pie de la letra. Y luego de haber rezado y tomar el agua del vaso, a las 23:00 horas figuraba acostada sobre mi cama tapada con una sábana blanca. La verdad es que no sentí nada e incluso me quedé dormida durante la media hora que esperé, hasta que mi marido me despertó a las 23:30. Lo curioso es lo que soñé esa noche”.
Y luego detalló el particular sueño que tuvo esa noche, “en el baño público, yo misma me hacía una especie de incisión cuadrada sobre el estómago y me sacaba la piel de encima para cambiarla por otra. No me dolía, sólo me asustaba la idea de estar yo misma operándome sin ninguna precaución ni cuidado. Recuerdo que pensaba en mi marido y que si me veía haciendo esto sola, en un baño público, probablemente se enojaría, ya que él es médico. Aunque de todas formas seguí con la especie de cirugía”.
La periodista, manifestó que todo en el sueño fue muy simbólico y, que al día siguiente se despertó muy tranquila y con esperanza. Lo siguiente en la respuesta de los monjes, fue indicar que los siguientes tres lunes a las 22:30 serían de curaciones. De todos esos días, el único donde presentó malestar fue el último, ya que, comenzó con mucha fiebre, «dos días después me diagnosticaron Hepatitis colestácica y tuve que internarme en la clínica“, agregó.
Para finalizar, Suárez comentó un milagroso episodio que está segura si fue resultado de la «operación» hecha por los monjes o de alguna otra cosa que hizo durante su tratamiento, “Existe un 14 por ciento de los pacientes tratados con Inmunoterapia, a los que el tratamiento les ataca el hígado. Teniendo en cuenta que además yo tenía un melanoma en este órgano, se produjo la inflamación. Digo “tenía”, porque en septiembre me hicieron una resonancia y resultó que ¡el melanoma había desaparecido!. Nunca sabré si fue por los monjes o las cientos de cosas que hice entre medio, pero lo importante es que ya no estaba. Así que si alguno de ustedes se anima, me cuenta cómo le va”, finalizó.