La problemática al interior del Teatro Regional de Rancagua, debido a las presuntas irregularidades que se habrían detectado bajo la administración del músico Marcelo Vidal y que hoy están siendo investigadas por la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones (PDI), continúa generando reacciones.
Políticos, sociedad civil y agrupaciones culturales han apuntado a la Corporación de la Cultura y las Artes, entidad dependiente de la municipalidad de Rancagua y que tiene el control de la dirección del Teatro Regional, por los problemas que quedaron al descubierto en el recinto.
En esa línea, un grupo de 63 personas ligadas al arte y la cultura de la región de O’Higgins y del país, se adhirieron a la firma de una carta, cuyo objetivo es que el Teatro Regional de Rancagua sea “abierto y difusor del arte y la cultura regional”.
El documento recuerda que el año 2014 la agrupación solicitó -también mediante una carta abierta- que la organización del Teatro Regional emitiera un “balance de la administración”. Por ello, quienes adhieren sostienen que “de haberse cumplido dicho punto, quizás, esto hubiese permitido impedir las posibles ‘irregularidades en la administración’ que hoy se encuentra investigando el Ministerio Público para dilucidar los eventuales delitos económicos” en el recinto.
En la carta abierta, la organización hace además, una dura crítica a la Corporación de la Cultura y las Artes de Rancagua, ya que, a juicio de los firmantes, “ya se ha instalado un manto de dudas que difícilmente permitirá establecer las confianzas necesarias para desarrollar un nuevo proyecto con participación activa de la comunidad artística y cultural regional”.
Debido a este motivo, desde la agrupación sostienen que “estamos seguros que es el momento para comenzar a instalar pilares sólidos que finalicen con una nueva Corporación que administre el Teatro Regional de Rancagua, la cual sea representativa de la escena artística cultura de la región, y resguarde el cumplimiento de la misión, visión y el objetivo general del Teatro y, por sobre todo, el uso correcto y trasparente de los fondos públicos y privados que llegase administrar”.
Respecto a la propuesta, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, manifestó tras la polémica última sesión del Concejo Municipal que “nos quieren despojar del Teatro que hemos logrado construir después de prácticamente un siglo”, y advirtió que “eso no va a ser. Nosotros vamos a seguir administrando el Teatro”.