El operador político y militante de la UDI llegó acompañado de su abogado.
Hasta la Fiscalía de O’Higgins llegó el operador político militante de la UDI y ex generalísimo de Joaquín Lavín, Patricio Cordero, quien en calidad de testigo prestó declaraciones por cerca de ocho horas ante el fiscal regional Luis Toledo, quien encabeza la investigación del caso Caval y se retiró sin hablar con la prensa.
Cabe recordar que el nombre de Cordero figura por primera vez relacionado a esta investigación en abril pasado, luego que en las declaraciones entregadas por Natalia Compagnon al persecutor, ella afirmara que tanto Cordero como Juan Díaz -ex militante de la UDI- gestaron el negocio de los terrenos en Machalí e iban a recibir el 50% de las ganancias cuando se concretara la venta de los predios.
«Cuando ellos (Díaz y Cordero) proponen el negocio, proponen un acuerdo que era el 50% para Patricio y Juan, y el 50% para Caval, de las utilidades del negocio. Ese acuerdo lo realizó Mauricio (Valero) -socio en Caval- y yo no participé, pero acepté el acuerdo, aunque me pareció injusto porque nosotros pusimos la cara y nuestro patrimonio y ellos solo cooperaron en traer el negocio», señala en los antecedentes entregados al Ministerio Públicos y dados a conocer por un medio nacional.
Posteriormente al conocimiento público de los dichos de Compagnon, Cordero manifestaba: «Lo niego total y tajantemente. Estoy hace nueve años alejado de la actividad política, no tengo ningún vínculo con la UDI ni con ningún político, solo amistad. Este fue un negocio privado que no está ligado ni al sector público ni a la política».
No obstante, el fiscal Toledo ha buscado dilucidar las circunstancias que rodearon el préstamo de $6.500 millones otorgado por el Banco de Chile a Caval, las condiciones del negocio y si existiría algún traspaso de información relacionado a la modificación del plan regulador intercomunal de parte de funcionarios municipales.
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