
Entre los carbohidratos que se pueden transformar en grasa están el arroz, pastas refinadas o blancas, pan especial o blanco, gaseosas y jugos con azúcar.
Los carbohidratos constituyen la principal fuente de energía para el organismo y son fundamentales para una dieta saludable. Para que no impliquen sobrepeso y obesidad es recomendable consumir lo necesario y en horarios adecuados, además de distinguir entre carbohidratos buenos y malos.
La especialista de Megasalud, Nora Jara, explica que cuanto más alto en azúcar y más bajo en fibra, peor es el carbohidrato, ya que “las calorías que ingerimos y que no se gastan, se transforman en depósito de grasa que se traduce en peso”, sostiene.
Para que mantengas una vida sana y libre de «malos» carbohidratos, a continuación te entregamos unas simples recomendaciones para incluir en tu rutina.
– Reemplazar los hidratos de carbono simples o malos, por los complejos o buenos. Preferir el arroz, el pan y la pasta integral.
– Preparar un desayuno saludable, en base a leche descremada, pan integral con un agregado (pechuga de pavo, una rebanada de tomate, lechuga o queso blanco) y jugo de fruta sin azúcar.
– No consumir más de dos unidades de pan al día y optar por el integral o marraqueta.
– Comer al menos dos veces al día frutas y verduras (idealmente de hoja verde).
– Incluir en la dieta habitual -mínimo dos veces por semana- pescado fresco, congelado o en conserva (con bajo índice de sodio) y evita el pescado en preparaciones fritas.
– Comer legumbres al menos dos veces a la semana.
– Restringir porciones de pasta y arroz, consumiéndolas máximo dos veces por semana.
– Evitar la once con pan en la tarde-noche y reemplazarla por una cena (no más allá de las 21 horas) que incluya ensaladas, alguna proteína (pollo, pescado o pavo) y una fruta.
– Cambiar las gaseosas por jugos de frutas naturales sin azúcar, aguas minerales con bajo aporte de sodio o agua de la llave, la que puede saborizarse con hierbas aromáticas.
– Evitar la mayonesa, kétchup y mostaza como aderezos.
– Disminuir el consumo de alimentos azucarados y con alto contenido en sodio.