Hace 25 años, una pequeña cajita gris iniciaba toda una revolución: la firma japonesa Nintendo sacaba al mercado su Gameboy, ese aparato con display verde y negro con la imagen pixelada que portabilizaba el videojuego y que se convirtió en todo un bestseller.
A raíz de su éxito, Nintendo levantó un imperio millonario sobre la base de un negocio que hoy ha quedado rezagado ante el avance de los smartphones y las tablets, que acercan el videojuego con un sencillo toque de la pantalla.
Cuando nació no era la única videoconsola en el mercado ni tampoco la que disponía de la técnica más avanzada. Pocos meses después, su competidora Atari sacó al mercado el modelo Lynx con pantalla en color y mejores gráficos. A su lado, la Gameboy parecía de la Edad de Piedra, comentaban entonces las revistas estadounidenses. Y al año siguiente le siguieron aparatos más avanzados de las firmas Sega y NEC. Sin embargo, todos ellos llevan largo tiempo olvidados, mientras la Gameboy ha pasado a la historia.
Las claves del éxito fueron sobre todo dos: por un lado, la sencillez del dispositivo y por otro, un juego genial que hizo que millones de personas no pudieran levantar el dedo del aparato.
La pantalla verde de la Gameboy tenía 160 x 144 píxeles. En la sencilla pantalla LCD con sólo cuatro tonalidades de gris se jugaba a un videojuego cautivador que no necesitaba récords gráficos. Y Nintendo lo había encontrado en Rusia.
En abril de 1989, el Gameboy llegó a las tiendas y en los primeros tres años Nintendo vendió 32 millones de aparatos. Además, creó una plataforma de juegos y se ocupó, sin piedad, de que ningún juego en cartucho se produjera fuera de su empresa.
En 1997 salió al mercado el Gameboy Color con pantalla en color, de la que se vendieron unos 150 millones de unidades en sus distintas variantes. Nintendo siguió con la Gameboy Advance y después con la Nintendo DS, su hasta ahora bestseller con unos 155 millones de dispositivos vendidos. Ni siquiera su poderoso competidor Sony pudo con su PSP romper el dominio de Nintendo en el sector de las consolas móviles.
Pero el mundo ha cambiado mucho en los últimos años. Ahora, todo smartphone y tablet es un aparato móvil que puede utilizarse para jugar y hay aplicaciones gratis o por pocos euros, mientras un nuevo juego para las consolas Nintendo sigue costando unos 40 euros. La bisnieta de el Gameboy, la Nintendo 3DS, se vende a un ritmo cada vez más lento -las pasadas navidades el consorcio vendió 11,6 millones de aparatos- y se enfrenta a cientos de millones de smartphones que la superan técnicamente.