No fue el primer juego con la abreviación de «Shoot’em up» (mátenlos a tiros), término que se usa para definir un género de videojuegos en los que el jugador se enfrenta solo a hordas de enemigos a los que tiene que destruir. No obstante, «Space Invaders» cautivó adeptos como ningún otro.
Esto se debió en parte, a que un año antes de que fuera lanzado, las películas «La guerra de las estrellas» y «Encuentros cercanos del tercer tipo» arrasaron en las salas de cine, abriéndole al público el apetito por todo lo que tuviera que ver con extraterrestres.
Y «Space Invaders» tuvo la suerte de estar entonado.
Tomohiro Nishikado, quien desarrolló el juego, originalmente quería que tuviera tanques o aeroplanos, pero cambió el tema después de que la compañía Taito prohibiera que el blanco fuera humano.
«‘Space invaders’ no fue el resultado de un destello de inspiración repentino: el concepto se fue formando gradualmente», le cuenta a la BBC.
«En ese tiempo, los juegos rompeladrillos tenían mucho éxito y yo quería crear un juego de disparar en un estilo similar. ‘Space Invaders’ fue el resultado de mucho ensayo y error».
Nishikado tenía 34 años de edad cuando diseñó la jugabilidad -reglas de funcionamiento y diseño como juego-, el trabajo de arte y los sonidos como un proyecto individual. Fabricó incluso una computadora especial para jugarlo.
«‘Space Invaders’, como todos los juegos basados en microcomputadoras de la época, sufría por las limitaciones del hardware y la lentitud de las velocidades de proceso, por lo que el desarrollo era una lucha constante», recuerda.
«El movimiento titubeante de los personajes de ‘Space Invaders’ era lo absolutamente mejor que pude ofrecer, y eventualmente me empezó a gustar».
De Japón al mundo
«Space Invaders» inicialmente se distribuyó sólo en Japón y tomó unos meses antes de que la manía se disparara. Pero no muchos: pronto se empezaron a ver colas de gente que esperaba por horas para tener el chance de jugar.
Cuando Taito se vio en problemas para satisfacer la demanda por sus máquinas de juegos, la firma estadounidense Midway aprovechó la oportunidad. Sacó la licencia del título y en 1979 lanzó aparatos con el juego en Estados Unidos. El éxito fue tremendo.
El juego le dio además un renovado impulso a la industria de la consola, que estaba estancada en ese momento. Clones del juego «Pong», con versiones del clásico de dos bates y una pelota, habían inundado el mercado de los videojuegos caseros.
Los fabricantes de consolas habían reducido considerablemente los precios intentando deshacerse de lo que tenían almacenado hasta el punto en el que las vendían a pérdida.
Atari decidió quedarse y la fortuna de la firma cambió cuando lanzó una versión de «Space Invaders» en 1980, con la primera licencia oficial de un juego de «maquinitas» para una consola casera.
«Space Invaders» tuvo un «impacto revolucionario», le dice Taito a la BBC. «Contribuyó a sentar las bases de los videojuegos modernos».
Sigue siendo el título más popular de Atari cuando ya han pasado tres décadas y media, con un negocio de comercialización de licencias boyante además de nuevos juegos.
Una nueva versión del juego llamado «Groove Coaster Arcade Edition» será lanzado este año para marcar el aniversario.