Uno de los hechos policiales que causó mayor conmoción en el país, fue la muerte de una mujer de 46 años, en la comuna de Lolol, quien fue decapitada por Óscar Segundo López Rodríguez (38), mientras visitaba su local de antigüedades, el pasado 12 de julio.
Eran cerca de las 14 horas cuando María Reyes Moore llegó hasta la tienda del anticuario en compañía de sus hijos. La mujer, en momentos en que apreciaba un antiguo cofre, fue atacada por el hombre sin provocación previa.
El anticuario, utilizando un hacha, decapitó a la visitante, acto que fue presenciado por sus dos hijos, quienes al ver el macabro crimen pidieron ayuda a la policía.
Personal de Carabineros del Retén de Lolol que llegó al lugar también fue atacado por el anticuario con la misma arma con la que había cometido el crimen, por lo cual un funcionario de la policía uniformada, a modo de defensa, disparó contra el comerciante con su arma de servicio, ocasionándole la muerte.
Debido a esto, y a solicitud de la fiscal a cargo del caso, Carmen Gloria Aburto, concurrió personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) quienes mientras realizaban las pericias del caso, encontraron en la tienda restos humanos pertenecientes a otra víctima, que registraba una denuncia por presunta desgracia.
A los pocos días de este macabro hecho, se logró individualizar a la segunda persona, que fue identificada como Juan René Duarte Becerra, de 56 años, quien era vecino del homicida y estaba desaparecido. Los restos fueron encontrados en un baúl que mantenía el anticuario en su local, mientras que el resto del cuerpo estaba enterrado en el patio de su casa.
Decapitador de lolol sufría sicosis, paranoia o esquizofrenia

El día del crimen, personal policial llegó hasta la tienda del anticuario para realizar diligencias para esclarecer los hechos.
Los especialistas que han intentado dilucidar las causas de estos homicidios, coinciden en que López Rodríguez sufría severos trastornos de la personalidad, como sicosis, paranoia o esquizofrenia, que lo habría llevado a decapitar a dos personas en menos de una semana.
En los antecedentes del anticuario, no registraba alguna patología siquiátrica, sólo una detención por lesiones leves producto de una riña. Sin embargo, según los relatos de los vecinos, López Rodríguez ya había protagonizado un episodio sospechoso, cuando llegó hasta una feria libre vestido de samurai y premunido de dos cuchillos, buscando a un supuesto enemigo.
Por otro lado, para la psicóloga de la Universidad de Santiago (USACH), Ana María Fernández, este hombre ?probablemente tenía un problema psiquiátrico serio que lo llevó a decapitar a la víctima producto de su desconexión con la realidad. Esto, comúnmente, lo entendemos como sicosis o paranoia severa?.