La jornada electoral estuvo marcada por una participación ciudadana histórica y por un proceso que, según autoridades locales y regionales, se desarrolló con normalidad y respeto cívico.
Con 945 de 1.220 mesas escrutadas —el 77,46%—, Unidad por Chile se instaló como la lista más votada y obtuvo tres escaños, mientras que Chile Grande y Unido y Cambio por Chile aseguraron uno cada uno.