Este sábado 6 de diciembre se llevará a cabo la esperada reinauguración del emblemático Cristo de la Hacienda, uno de los íconos religiosos más reconocidos de Machalí. La ceremonia, que servirá como antesala a la tradicional Fiesta de la Inmaculada Concepción, está programada para comenzar a las 19:30 horas e incluirá una misa oficiada por el padre Felipe Pardo.
El origen de esta figura religiosa se remonta a 1933, año en que fue inaugurada. Durante más de nueve décadas ha sido escenario de mandas, plegarias y agradecimientos, consolidándose como un símbolo de fe para la comunidad. Sin embargo, en febrero de este año el Cristo volvió a ser noticia luego de que un incendio afectara las inmediaciones del lugar, situación que impactó a los vecinos. A pesar de la magnitud del siniestro, la imagen resultó en su mayor parte ilesa, lo que muchos interpretaron como un verdadero milagro.
A raíz de este episodio, la familia Latuf Michelsen (impulsores del proyecto y propietarios del terreno) decidió iniciar un proceso de reparación y reubicación del Cristo de la Hacienda. Según detalló José Latuf en conversación con El Tipógrafo, el lugar donde se encontraba ya no era seguro debido al aumento de visitantes. “Había mucha concurrencia y estaba situado en los caminos interiores del campo. Llegaban muchas visitas y hay mucho más tránsito ahora, entonces el Cristo estaba prácticamente en la mitad de los cruces de los dos caminos”, explicó, subrayando que la mezcla de vehículos y peatones generaba situaciones peligrosas.
La restauración también consideró la construcción de nuevas estructuras que acompañan a la figura religiosa, además de la mejora de la cruz, la cual se había calcinado en un 60% tras el incendio. José Latuf agregó que el rediseño buscó preservar elementos levantados espontáneamente por los propios fieles: “La gente de la iglesia le pusieron un techito, le pusieron una banca, pusieron casitas para los perros. Fue una arquitectura espontánea según las necesidades. Entonces quisimos utilizar esa arquitectura espontánea e interpretarla en el nuevo espacio oratorio que hicimos”.
El proceso de reconstrucción unió fuertemente a la comunidad religiosa y civil. Según relató la familia, aunque el financiamiento principal proviene de los Latuf Michelsen, hubo colaboración de instituciones privadas, del municipio e incluso de feligreses que durante los meses de trabajos mantuvieron vivo el lugar, llevando flores, orando o aportando desinteresadamente.
Por su parte, el alcalde de Machalí, Juan Abud apuntó: “Es parte de nuestra identidad, parte de la historia de la comuna y muy importante para muchos vecinos que van constantemente. Desde que ocurrió el incidente nos pusimos a disposición de la familia para hacer un trabajo asociativo y colaborativo. En primera instancia, la limpieza cuando fue el incendio y ahora para la remodelación”, señaló.
La comunidad espera que la reinauguración marque una nueva etapa para uno de los lugares más emblemáticos de Machalí, que nuevamente abre sus puertas a los fieles y visitantes.
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